4 사

225 34 7
                                    

Pero los miedos son inevitables y en algún momento te los cruzarás de frente.

Cumplí quince antes que Jimin pero él se presentó primero. Justo el día de su cumpleaños.

Tok Tok Tok

Había llegado a su casa con su regalo en las manos, esperando encontrarlo despierto. Su madre me comentó que lo había intentado despertar pero sin éxito alguno. Jimin siempre fue un chico de mucha energía que duraba poco tiempo quieto, así que era raro que durmiera tanto.

- Jiminie, tu mejor amigo vino a verte- hablé en tercera persona esperando hacerle de Pepe grillo a su conciencia, pero mi plan falló y lo único que escuché es una pequeña risa en el piso de abajo.

- Pasaré~ - sobre la cama de dos plazas había un bulto de frazadas ocultando el pequeño cuerpo del rubio.

- Minie, despierta- dejé mi regalo sobre su mesa de luz y me arrodillé junto a la cama para poder meter la cabeza en su cueva de acolchados.

- Me siento mal Nam- Su madre había insinuado que Jimin no se encontraba del todo bien. Pero por lo temprano que era para que se presentara, nadie sospecho nada.

- ¿Qué te duele?- podía sentir la gran cantidad de aroma fermonal que se acumulaba allí. Pero la negación o el pensamiento de "es muy poco probable" me dejó ignorarlo.

- Todo. Tengo calor pero frío al mismo tiempo- su voz era como un hilo de aire.

- Debes tener fiebre. Bajaré por un termómetro- antes de que pudiera moverme tomo mi mano.

- Quédate... Quédate aquí- sus ojos me convencieron en segundos, como siempre.

Me levante y rodee la cama para recostarme a su lado y sobar su espalda. Poco a poco se fue estirando en el colchón hasta que su cabeza sobresalió por la parte de arriba del acolchado. Rodó tiernamente hasta mi y se acurrucó hasta volver a quedarse dormido.

Fue un rato extraño para todo mi organismo. Tenerlo tan cerca provocaba que algo desconocido dentro de mi aullara. Un desgarrador sentimiento me pedía que me acercara a él lo más que pudiera. Luche contra ese impulso hasta quedarme dormido a su lado. Momento en el que mi cuerpo se encargó sólo de atraparlo entre mis brazos y piernas.

Al despertar de la plácida siesta, un extraño señor y la madre de Jimin me observaban mientras murmuraban cosas entre ellos.

- Lo lamento joven, pero debe moverse un segundo para que pueda revisar a su amigo... ya sabe... porque se está presentando - las palabras del doctor tardaron en llegar a mi cerebro.

- Claro...- desobedeciendo lo que todos mis sentidos me pedían me aleje de Jimin. Fue algo dificultoso ya que él no me quería soltar- Espera ¿Cómo que se está presentando?

- Luego te explico Nam- me dijo la Sr Park.

- Ahora necesito que todos salgan menos el amigo del omega- Me petrifiqué en mi lugar, alguien acababa de decir en voz alta lo que era obvio, pero hasta el momento era una idea muy remota para mi. Jimin era un omega hombre.

- ¿Necesita que haga algo doctor?- pregunté extrañado por su petición.

- ¿Te haz presentado?

- No.

- ¿Cundo cumplirás dieciséis?

- En cuatro meses.

- Wow, tienes contextura de alfa pero lo más probable es que a estas alturas seas beta. Supongo que no le hará ningún daño a Jimin que tú seas su figura de confianza- Entendí que lo que quería es que de ahora en más pasara los celos de Jimin junto a él, que es lo que hacías las "figuras de confianza" con los omegas.

- Pero el es mi amigo.

- Niño, se te nota por la forma en la que lo abrazas dormido que él no es un simple amigo- él doctor simplemente tomó su maletín y se acercó a la puerta- deberías ir a abrazarlo ahora, parece que llorará en cualquier momento, Jimin aún reposaba dormido bajo sus brazadas.

Luego de la pubertad  /Minimoni omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora