Los poetas malditos nunca mueren IV

"Murió por amar"

Siempre olvidaba las letras al escribir en público, pensaba que sentir como las mariposas caminan por tus brazos era estúpido, creía que reír con el mismo chiste era ridículo, deseaba tonterías a estrellas que jamás quisieron ayudarme, ahora me siento sola, sentada sobre hojas marrones que se rompen tan rápido como empiezo a respirar. Moví las letras de lugar, jamás estuve lista para sentir a las mariposas caminando por mis mejillas, creí que todo esto sería tan fugaz como para dejar de desear estupideces y pensar que la vida dejó de ser una mierda hace unos meses, pero en cada una de las hojas puedo decir que sigo lastimada, que los golpes dejaron de borrarse y se han quedado ahí como aquel beso en el asiento trasero del taxi.

Murieron de sed aquellas hojas en las que suelo sentarme a recordar, murieron de amor las chicas que vi partir en esa novela trágica, murió la última persona que pude amar, pero jamás aprendí a hacerlo, murió por amar, por amar incorrectamente.