"El fuego ya se había ido"

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Un paso atrás siempre es necesario cuando intentas alejarte del fuego, pero tus ojos tenían ese calor en el que me gustaba bailar, mis pestañas se quemaban, mis lágrimas se secaban, mis cicatrices se marcaban y el fuego ya se había ido. El humo se sentía como niebla cada vez que nuestras emociones se bloqueaban, pero el aire está despejado desde que nuestros diciembres dejaron de sentirse igual. Escribí una vez, o más de diez veces sobre un mes que nos obligó a conocer el amor, pero ahora me aterra que noviembre se termine, porque el gris se queda sobre mi sombrilla y la niebla arruinó la idea del amor que leí en el cuaderno de algún noble enamorado. Mis pulmones se han agotado, el fuego quemó cada una de las flores que me habías llevado a casa, encendió las luces de navidad antes de lo esperado, pero tal vez sólo fuiste tú, intentando ignorar que diciembre ya inició, he respirado las cenizas y ya estoy cansada de no poder dejarlas ir.

Los poetas malditos nunca mueren IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora