Los poetas malditos nunca mueren IV

"No dijiste nada, pero lo pensaste todo"

Sueles repetir las mismas frases cada vez que vienes a verme, creyendo que la misma mierda de siempre va a hacer que te perdone por abandonarme aquí; tu collar sigue aquí, no lo he soltado, tus besos siguen aquí, no los he olvidado. Azul y gris pintan el cielo, las aves negras se oyen cantar, los mismos gritos de un niño estúpido no se pueden escuchar. Las nubes parecían caer, pero sólo era mi voz que se empezaba a quebrar, apagaste las ilusiones de una vela con olor a lavanda y encendiste unas flores que se veían marchitar. Cambiaste los girasoles por rosas, tan rojas como la sangre que olvidé, dejaste una carta cerca de las flores que no pude leer, porque no sé si lo hiciste a propósito, pero el fuego se encontraba ahí, leyendo aquella carta que probablemente hablaba de mí. No dijiste nada, pero lo pensaste todo y te fuiste…ahora que los coros y las flores posan sobre mí, conducirás a casa deseando haber iniciado esto, en vez de leer el final.