Piñas rosadas decorando el pastizal, olvidaste cuidar mi jardín y ahora todo se ha secado; compraste una nueva vida, pero sabes que estaré viva en tu cabeza. Sigo pensando que los libros de texto son una basura, pero me gusta leer los pequeños cuadros amarillos que brindan datos insignificantes. Sigues leyendo los libros de texto, imaginando que mis escritos también estarán ahí, pero yo ya no estoy y las últimas palabras que alguna vez dije están guardadas bajo tu almohada.
Escuchas a las piezas de mi corazón golpeando el suelo a la medianoche, porque justo en ese momento es cuando estoy cayendo, cuidaste mis grietas e intentaste taparlas con una sonrisa, cuidaste mi sonrisa hasta que destapaste mis grietas. Pobre, pobre chica débil, jamás pudo ser amada, quiso ser feliz incluso lastimada, pobre, pobre chica estúpida, tal vez dormiste en los brazos equivocados, tal vez moriste en los brazos equivocados.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
الشعرLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...
