Parecía que te tuve por un segundo, pero ya huiste de nuevo, estás con ella y bueno, me he quedado sola. No importa cuánto te ame, sigues siendo un completo imbécil, hacías del amor un juego complicado, sin manual, sin idea de como podía jugar y ganar.
Venías a visitarme con la excusa de recoger la basura que dejaste dentro del clóset, querías molestarme, pero tomabas mi cintura de vuelta, y aunque ella era más linda, yo seguía siendo más débil. Jugaste con ella, jugaste conmigo y ambas lo sabíamos, pero eras bueno en disfrazarte de héroe frente a tus amigos, obteniendo a dos chicas a la vez, lastimando sus corazones pálidos.
Sabía que te quedarías con ella a pesar de que yo traté de tenerte por más tiempo, de que yo puse más sentimientos de los que ella mostró, pero ella está cuerda y yo estoy algo rota, como sueles decirlo. Cambié mis sentimientos y tomé los de ella, creí que me amarías así, pensé que me besarías así, pero no fue así, cerraste mi puerta después de llevarte la basura que alguna vez mi clóset ocultó.
YOU ARE READING
Los poetas malditos nunca mueren IV
PoetryLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...
