Hasta el último partido.

Pov Izac.

Estaba en la fiesta de Alexita, ya que era amiga de Luca y nos había invitado.  En esta esperaba ver a Daiana.

Y para mi gran sorpresa si había venido pero no sola si no con un chavo.

El la verdad era demasiado guapo,tanto que hasta me hacía gay, los celos me invadieron por completo pero no quería demostrarlo. NO frente a Daiana.

El chavo era alto muy alto, su color era azabache, ligeramente bronceado, sus ojos eran verdes y vestía de una manera tan elegante como Daiana y sus hermanos. Qué tal si es su hermano perdido.

Ya tiene muchos uno más no estaría mal.

Este la abrazo y Daiana le correspondió, la verdad me calme porque no sabía que era ese tipo.

Hasta que el gran imbecil de Javier se puse a pelear con el tipo este el cual era ex de Daiana, que hacía su maldito ex novio aquí?.

No se supone que el era de México?.

¡Maldita sea!.. lo peor de todo es que era guapo el condenado y algo musculoso.

Que pase rutina de ejercicio.

Mi corazón estaba algo roto y dañado, pero era lago inevitable. 

Daiana se llevo a su ex al patio trasero por lo que la quise seguir.

Su ex novio me vio y de inmediato se presentó, pero que le sucedía a este idiota?.

— Hola mucho gusto, soy Santiago. –dijo dándome su mano.

Tenía que ser educado y no infantil, no quería terminar como Javier. Se veía que este tipo también entrenaba taekwondo.  Y yo en eso no me metía.
Yo si quería seguir conservando mi bella cara.

— Soy Izac un gusto también.   –dije tomando su mano.

Bueno en este punto no era tan idiota su ex.

— Izac el es mi ex novio pero te juro que no somos nada. –dijo Daiana preocupada.

— No me tienes que dar explicaciones Daiana, no somos nada como para que las des. Pero es bueno saberlo. –dije en mi tono más frío y cortante que puedo tener, no espere a que respondiera así que decidí largarme de ese lugar.

Ella me jalo del brazo para que la pudiera ver.

— Izac enserió el no es nada, lo juro. –dijo con sus ojos rojos. Lo cual me dolía verla así.

— No hay nada que explicar, no somos nada. –dije en tono seco.

— Pero yo te quiero explicar. –dijo ella con sus ojos casi llorosos.

— Daiana, eres realmente muy hermosa en todos los sentidos pero es mejor que lo dejemos hasta aquí, yo decidí esperarte pero ya no quiero ser tratado como una opción, ahorita no sabes lo que quieres y yo no te quiero confundir, cada quien por su lado y hasta aquí nena. –dije para irme.

La deje llorando, era un patán.

No pude afrontar bien las cosas pero también me amaba a mi mismo y yo ya no quería ser una opción.

Me fui de la fiesta para dirijirme al gimnasio, solía ir ahí cuando no podía pensar bien o me sentía mal.