Capítulo 3.

10.2K 475 134
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mi alarma empezaba a sonar indicando que ya era momento para levantarme.

Hoy era mi primer día en esta nueva vida, estaba demasiado nerviosa pero yo sabía que todo iba a salir bien.

Me levante, cambié y arregle para así poder ir a desayunar. Baje las escaleras y ahí estaban todos mis hermanos ya desayunando.

— Enana buenos días. –dijo Donovan para pasarme un plato de cereal.

— Buenos días a todos.

— Dai ya deja de estar nerviosa que me pones nervioso a mi.   –hablo Dian.

— No es intencional, tengo miedo de no quedar en el equipo de basquet.

Si que estaba nerviosa, no dudaba de mi ya que fui entrenada por los mejores.

— Pequeña tu sabes que vas a entrar, nosotros mismos te entrenamos. –Ese fue Dylan.

— El nosotros suena a que tu también ayudaste Dylan. –comento Donovan con una ceja arriba.

— Bueno yo solo me reía de ella.

Mis hermanos, padre y tío fueron los que me entrenaron ya que todos ellos jugaban demasiado bien.

Aunque yo algunas tardes me escapaba para jugar con los adultos que jugaban en la canchas cerca de mi casa.

— Princesa que te vaya bien en tu primer día.  –dijo papá dandome un beso en la frente.

—Gracias papá, nos vemos más tarde.

Ese día mis hermanos quisieron irme a dejar para después irse a su universidad.

— En que coche nos vamos a ir? –pregunte

— Pues en mi Jeep, en cual más?. –comento Diego.

La Jeep de Diego no era mucho de mi agrado ya que parecíamos narcos con ella y eso era incómodo.

Pero no había de otra, me subí en la parte de enfrente y nos fuimos para mi escuela.

— Listo enana llegamos, si no te gusta o te molestan llámame si? – me comentó Diego.

Lo que eran todos mis hermanos eran unos completos celosos y sobreprotectores. Bueno excepto Dylan, el se vendía muy fácil.

— Sip, nos vemos –dije saliendo del coche.

Ellos me movieron las manos como despedida y se fueron.

Yo estaba tan nerviosa, entre y me fui directo para la Dirección ya que tenía que saber mis horarios y casillero.

— Buenos días, soy la nueva estudiante.  –hable para la recepcionista.

—Daiana D'angelo, cierto?

Hasta el último partido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora