Tras la muerte de su madre, Daiana junto a su padre y hermanos deciden dejar su vida en México para poder empezar una nueva en Canadá.
Al mudarse ella le promete a su abuela volver a enamorarse, pero otra parte de ella jura que no se enamoraría de...
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Estábamos de caminó ya al concierto, todo el trayecto fue muy silencio y muy largo.
El silencio no era incómodo, ambos disfrutábamos que ni uno dijera nada.
- Bien ya llegamos, será mejor que ya bajemos. -dijo saliendo para después abrirme la puerta.
Caminamos para poder entrar y esto era muy bonito.
- Esto es genial Izac. -dije admirando el concierto.
Estaba el escenario, el cual estaba repleto de flores de todos los colores.
Era muy bonito ante mis ojos.
- Ven vamos más adelante. -dijo guiándome con su mano en la mía.
Estaba feliz de estar con el aquí.
- Esto es muy hermoso Izac, gracias.
- Eres más hermosa que todo esto y yo me comporte como un imbecil el viernes. Me descontrole Dai, no merecías ver eso. -dijo con una mano en mi mejilla.
Esta escena era muy tierna.
- Me decepcionaron un poco Izac, aunque yo se que esa pelea no fue por mi.
- Perdóname nena por hacer que vieras esa escena y tienes razón el pasado dejo que me cegara.
- Está bien te perdono, pero no quiero que te sientas forzado a contarme tu pasado si no quieres.
- Dai, yo quiero contártelo pero cuando me sienta listo.
- Está bien y yo esperare.
Después de esa charla todo el concierto iba súper bien, ambos lo estábamos disfrutando demasiado.
Estaba siendo muy feliz en este momento y nadie me lo podía quitar.
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- I wanna be your vacuum cleaner Breathing in your dust I wanna be your Ford Cortina I will never rust If you like your coffee hot Let me be your coffee pot You call the shots, babe I just wanna be yours. -empezó a cantar la banda.
Izac me giro para que lo viera, estábamos frente a frente viéndonos.
Quede perdida en la forma en la que me miraba, el estaba cantando la canción especialmente para mí.
Sus ojos brillaban mas que la Luna, el sol y todas las estrellas, su mirada era muy fuerte, en sus ojos podía ver el universo entero.
El verlo me di cuenta que no necesitaba nada más, estaba demasiado feliz el tenerlo enfrente mío y saber que estaba bien a su lado.
El y yo eramos la luna entera en medio de todo el concierto.
Todo absolutamente todo de nosotros estaba conectado el uno con el otro.
