Capítulo 5.

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Las semanas habían pasado muy rápido y la rivalidad entre Izac y yo seguía

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Las semanas habían pasado muy rápido y la rivalidad entre Izac y yo seguía.

El solo hacía que mi paciencia se acabara, el era insoportable.

Pero fuera de eso todo era genial, me gustaba mucho esta nueva yo y esta nueva vida.

Por el momento no dolía ya tanto la muerte de mi madre, trataba de ya no recordarla.

Pero aún estaba presente el dolor.

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Era ya viernes y ese día Alex me rogó demasiado para que la acompañara a ver el juego de fútbol americano. Ya que su novio Douglas iba a jugar.

Sinceramente no me gustaba ni un poco el fútbol americano, yo era mas de basquetbol y aparte no entendía nada del americano.

—Daiana, neta acompáñame al partido. —dijo Alex en modo de suplica.

—Alex no me gusta ese deporte, ni siquiera le entiendo.

— Solo es un rato, ándale vamos.

Alex era una persona demasiado insistente, así que mejor acepte para que no siguiera.

Aquí estabamos en el partido, toda la escuela estaba ahí, se veía demasiado el apoyó.

Me di cuenta que mi escuela apoyaba a todos los deportes y eso era muy genial.

Fuimos a los vestidores ya que Alex quería darle buena suerte a Douglas.

Entramos y que bendición para mis ojos. El paraíso de los músculos.

Gracias Alex por traerme.

—¡Douglas!... —grito Alex para correr a la dirección del nombrado.

Yo solo tenía cara de pocos amigos, si me sentía bendecida pero también una parte no quería ni estar ahí ni ver el juego.

— Se nota que te trajeron por voluntad propia. —dijo un chavo alto, castaño y ojos color verde.

Era guapo.

—No me gusta este deporte, ni siquiera se de que se trata.

—Con quién vienes?.

— Porque la pregunta?.

Dios mío ahora todos eran unos chismosos.

— Curiosidad, solo curiosidad.

— Está malo ser curioso, checate puedes estar mal.

Dije para salir de ahí no sin antes escuchar una risa de el.

Alex me alcanzó y nos fuimos a buscar unos asientos, ya que estaba por emepzar el juego.

Todo el partido estuve con mala cara y sentada, realmente esto del fútbol no era lo mio para nada.

Los panteras habían ganado y toda la escuela estaba como loca celebrando el triunfo.

Hasta el último partido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora