Capítulo 14.

5K 254 25
                                    

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.


Era viernes lo cuál significaba que Santiago llegaría por la tarde, la verdad es que me encontraba demasiado nerviosa ya que tenía meses sin verlo.

Ambos nos teníamos eliminados en redes por nuestra paz mental y por eso no sabia el como el iba a lucir.

Yo había cambiado demasiado, por lo que si comprábamos a mi yo del pasado y mi yo actual verían la gran diferencia que hay, tanto física como mental.

El venir a Canadá me había asentado muy bien, al igual que mi papá y hermanos. Todos habíamos cambiado demasiado en todos los aspectos.

Mi papá y hermanos no dijeron nada al respecto de Santiago, ya que ellos sabían lo mucho que no queríamos. Por lo cual cuando se trata de cosas que me dan felicidad ellos solo me apoyan y me brindan seguridad.

Aún no le comentaba nada a Izac y Javs sobre esta gran visita, tenía miedo del como se lo iban a tomar, así que mejor decidí no decirles.

Gran error mío.

--------
Me encontraba rumbo al aeropuerto para recoger a Santiago, mis nervios estaban al tope.

Cómo sería el?.

Las dudas recorrían por completo mi mente y eso causaba que me pusiera más nerviosa de lo que ya estaba.

Me fui para el espacio donde el iba a salir. Espere unos 10 minutos los cuales fueron eternos para mí.

La puerta se había abierto y de ella salían muchas personas pero el todavía no.

Después de unas cuantas personas más apareció por fin y venía totalmente diferente a como lo conocí.

El me miro y me sonrió para después caminar para mi dirección, mi corazón estaba que se salía de los nervios.

Pude ver que estaba mucho mas alto, se dejo su cabello crecer, su estilo de ropa era totalmente diferente, ahora vestía mas elegante y con clase. Sus ojos verdes seguían siendo hermosos, sin duda mis ojos favoritos.

— ¡Daiana!.... hola. —dijo llegando a mi lugar.

— ¡Santi!... hola.

— Te extrañe mucho hermosa. —dijo para despues darme un abrazo.

Se notaba que había estado haciendo ejercicio, su perfume era mi olor favorito, sin duda había crecido.

Su abrazo fue como un curita a mi corazón, no sabía lo cuanto que necesitaba otra vez un abrazo suyo.

— Yo también te extrañe.

— Te pusiste muy hermosa pulga, bueno siempre fuiste hermosa pero sin duda te pusiste mucho más. —dijo para finalizar el abrazo y dándome un beso en la frente.

El solía decirme "pulga" ya que le daba risa como saltaba todo el día para que no me molestarán mis rodillas.

— Gracias, pero tampoco te quedas atrás, también te ves muy bien Santi.

Hasta el último partido.Kde žijí příběhy. Začni objevovat