Tras la muerte de su madre, Daiana junto a su padre y hermanos deciden dejar su vida en México para poder empezar una nueva en Canadá.
Al mudarse ella le promete a su abuela volver a enamorarse, pero otra parte de ella jura que no se enamoraría de...
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Entramos a la casa y el olor a tabaco y alcohol indundaron mis fosas nasales.
Había demasiada gente y el ambiente se veía muy bueno.
Javs me guiaba con una mano en mi cintura y llevándome para la cocina.
Su tacto me puso muy nerviosa pero me gustaba.
En la cocina se encontraba varias personas pero entre ellas pude ver a Izac recargado en el refrigerador.
Su posición era tan sexy, que se veía muy guapo.
El llevaba un pantalón negro, unos tenis blancos, una camisa blanca, collares y anillos.
Llevaba el pelo muy desordenado. Pero eso lo hacía ver más guapo.
El estaba hablando con Luca y Ryan sus mejores amigos.
Cuando me vio llegar su vista me recorrió por completo para después sonreír pero esa sonrisa se le borro después de ver la mano de Javs en mi cintura.
Tenía el ceño fruncido y se veía molesto.
- Qué vas a querer de tomar?. -pregunto Javs.
- Agua mineral por favor.
El se perdió por la casa mientras yo solo lo espere en la cocina.
- Sales con Javier? -hablo Izac acercándose a mi lugar.
- Hasta que te dignas hablar.
Días sin hablarme y me dice eso. Era un idiota.
- No respondiste. -dijo con una cara de confusión.
- No Izac no ando con Javier y si anduviera eso a ti que.
- Aunque no lo creas me importa demasiado preciosa.
- Porque me ignoraste todo estos días.
- Tenía muchas cosas en mi cabeza y solo quise mi espacio, perdón si?.
- No tienes que pedir perdón pero esta bien.
- Vi que si regresaste a taekwondo.
Le había contado un poco sobre mi pequeño miedo por regresar a taekwondo.
- Sip, regrese y me sentí genial, fue una experiencia única, el poder volver a tirar patadas fue muy satisfactorio. El poder volver a pisar el dojang fue lo mejor.
Subí mi cabeza para ver si me estaba prestando atención y cuando lo vi tenía una sonrisa boba en su rostro.
Sus ojos brillaban y tenía toda su atención en mí.
- Perdón si te aburrí. -dije algo tímida
- Hermosa tu jamas me aburres y sígueme contado que me interesa mucho.
