Hasta el último partido.

Pov Izac.

Primer día de clases y ya iba tarde.

Ya era súper tarde como para llegar a la primera hora así que mejor fui a desayunar algo, ya que no me había dado tiempo.

Al terminar ese muy bien merecido desayuno, fui a la escuela para terminar de tomar las demas clases.

Las horas pasaron rápido y yo estaba demasiado aburrido, así que decidí ir a la biblioteca a leer un libro.

Leer libros era una de las actividades que mas disfrutaba, en especial los de romance esos eran mis favoritos.

Me consideraba fanático de esos tipos de libros ya que yo soñaba en tener mi romance como en los libros.

Pero simplemente no había llegado la chica ideal.

O eso pensaba.

Los rumores corrían de que yo no tenía novia por mis grandes expectativas y la verdad eran ciertos.

Yo rechazaba a todas las chicas que se me acercaban y es que todas de ellas solo querían ser populares y aprovecharse de mi.

Por eso me había vuelto exigente y casi nadie se me acercaba.

Estaba a punto de saber con quien se quedaría la protagonista cuando Luca y
Ryan interrumpieron mi lectura.

— Rápido Izac, vamos al gimnasio. —hablo Ryan intentando pararme.

— Qué para qué ?. -pregunte demasiado confundido.

— D'angelo y Laritza están apunto de entrar en un 1x1.

— Y eso a mi que?... se sabe que Lari va ganar, no quiero ir a ver ganar a alguien que siempre gana.

Yo tenia razón a Laritza nadie nunca le habían ganado, ella era demasiado buena para todas sus rivales.

— Hermano estás equivocado, ve este tiro que hizo D'angelo. —hablo Luca mostrandome un video de D'angelo.

Ella había metido un limpio triple, se veía talentosa y al final me anime a ir.

—Crees que gane Laritza? -pregunto Luca sentándose en las gradas.

— D'angelo se ve muy confiada y eso es bueno.

—Yo digo que la pantera hoy cae ante D'angelo. –dijo Ryan.

Empezó el 1x1 y D'angelo si estaba jugando mucho mejor que Laritza, yo veía una futura estrella en el basquetbol.

D'angelo al final gano y con ello entro al equipo, por otro lado Laritza no se veía molesta al contrario se veía feliz.

Solo sabía que esa chica estrella era muy talentosa.

Después del partido me encontré a Laritza en uno de los pasillos.

— ¡Lari! —hable un poco fuerte para llamar su atención.