Tras la muerte de su madre, Daiana junto a su padre y hermanos deciden dejar su vida en México para poder empezar una nueva en Canadá.
Al mudarse ella le promete a su abuela volver a enamorarse, pero otra parte de ella jura que no se enamoraría de...
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6 / Abril / 2023
Mi madre había muerto despué de todo, ella ya estaba en un lugar mejor sin que pudiera sufrir más.
Mi padre tras este suceso doloroso en su vida decidió que nos iríamos a Canadá a vivir.
Al principio mis hermanos y yo no estábamos del todo seguros pero al pasar unos meses nos dimos cuenta que lo necesitábamos.
Y aquí estábamos despidiendonos de nuestra familia y amigos, listos para irnos a Canadá.
—Nos vemos abuelita, te voy extrañar mucho. —hable para después abrazarla.
Mi abuelita era la mujer más importante ahora en mi vida y por supuesto que me lastimaba demasiado dejarla. Pero tambien tenía que tener este nuevo cambio en mi vida.
—Mi pequeña Dai, cuídate mucho y se feliz. —me dijo mi abuelita.
—Prometo llamarte.
—Promete que volverás a enamorarte y tener ese corazón tan puro.
—Abuela ya habíamos hablado de esto.
—Solo promételo si? —dijo dandome una mirada muy tierna.
—Está bien abue, lo prometo.
Después de esa promesa con mi abuela fui a despedirme de otros familiares.
Esa promesa la tenía que cumplir ya que no quería defraudar a mi abuelita.
—Lau, te voy extrañar mucho. —dije abrazándo a mi prima.
—Yo también Nina.
Ella solía decirme Nina ya que yo antes no sabía pronunciar bien mi nombre y decía ese.
—Prometo llamarte.
—Y yo prometo estar para ti. —dijo Lau para después darme un gran abrazo.
Listo ya me había despedido de todos o eso creía yo.
—No esperabas irte sin depedirte o si tati?. —dijo Santiago mi ex novio llegando a donde estaba.
—Santi?.... que haces aquí?
—Quise venir a despedirme de ti.
—Gracias por venir, en verdad.
Santi y yo habíamos terminado nuestra relación hace algunos meses, el fue mi primer todo. Nuestra relación era genial en todos los aspectos.
Pero tras la muerte de mi madre yo no pude con todo y decidí terminarla. Esa decisión fue muy dura y sentimental para mí, pero también era algo que necesitaba.
—Cuídate tati, sabes que a pesar de todo, siempre voy estar para ti. —dijo para después abrazarme muy fuerte.
Después de terminar ese gran abrazo, era hora de ya irnos de México.
México fue lo mejor de mi vida, pero también necesitaba un respiro de todo esto.
Ahora tenía una nueva oportunidad de comenzar.
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