En algún lugar en la Toscana, se cruzan dos personas - una extraviada y otra que aprovecha un mes de libertad. Sin responsabilidades. Sin expectativas. Sin juicios. Sólo ellos y el campo.
¿Será ésta la escapada que tanto anhelan o un desastre a pun...
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Grey era un chico divertido. Sabía cómo hacerme reír y siempre era muy dulce cuando se trataba de mí. Estaba atento a cada detalle, a las pequeñas cosas como mover la silla para que me sentara, abrirme la puerta dejándome pasar primero y asegurarse de preguntarme si quería algo antes de irse.
Acordamos tener una cita en su último día aquí, ya que debía ir a su vuelo a las seis de la tarde. Alquiló una vespa para el día y programó una clase de cocina en un restaurante local.
Me cambié a un simple vestido floral que terminaba justo por encima de mis rodillas, combinándolo con unas sandalias. Cuando bajé las escaleras, escuché algunos silbidos provenientes de Milo mientras todos pasaban el rato en el comedor. Ha sido una rutina desde que llegamos a la Toscana: el almuerzo se llevaba a cabo en mi casa y la cena en la casa de Charles.
—¿Lista para ir? —Grey me sonrió, besándome la mejilla.
—Solo voy a agarrar mi bolso. ¿Nos vemos afuera? —asintió con la cabeza y me dirigí a mi bolso que estaba junto al mostrador de la cocina.
—Entonces —dijo Yuki mientras apoyaba el codo en la encimera—, ¿Deberíamos esperar que lleguen tarde? —preguntó y movió las cejas hacia arriba y hacia abajo. Escuché a Daniel y Milo reírse detrás de mí mientras le daba un golpe en la frente a Yuki.
—Por favor, no seas mal pensado —dije y solo me sonrió.
—Cariño, atrapa —Milo dijo y me tiró algo color plata. Lo agarré sin ver lo que era e inmediatamente lo dejé caer cuando leí la etiqueta.
—Asqueroso, Milo —dije, pateando el paquete de condón con mi zapato. Todo el mundo se rió en voz alta mientras yo iba a donde estaba Milo y le daba una bofetada con mi bolso.
—Amor, probablemente piense que esa no es la talla de Grey —Ace sonrió, cogió el condón y lo puso dentro de su bolsillo.
—Esa es tu talla —Milo guiñó un ojo y todos se quejaron mientras se inclinaba hacia adelante para besar a Ace, que se enrojeció con el comentario.
—Me voy antes de que esto se vuelva demasiado explícito —dije apresuradamente, saliendo del comedor y yendo hacia la puerta principal. Escuché a Aurora seguir detrás de mí, probablemente para cerrar la puerta cuando me vaya.
—Diviértete —ella sonrió, insinuando lo mismo que Yuki estaba haciendo antes. Me mordí el labio, sin saber qué decirle a Aurora porque, en realidad, la diversión en la que estaban pensando era un territorio inexplorado para mí y para Grey.
—Mhmm —fue todo lo que pude reunir y Aurora me miró de cerca, analizando claramente mi lenguaje corporal.
—Valentine —llamó, con tono burlesco mientras evitaba su mirada—. ¿Hasta dónde han llegado Grey y tú?
—¿Por qué siento que estoy en el instituto de nuevo?
—Solo responde a la pregunta —ella se rió y yo, vacilantemente, levanté dos dedos, haciendo que sus ojos se ensancharan en estado de shock—. ¿Eso es todo?
