En algún lugar en la Toscana, se cruzan dos personas - una extraviada y otra que aprovecha un mes de libertad. Sin responsabilidades. Sin expectativas. Sin juicios. Sólo ellos y el campo.
¿Será ésta la escapada que tanto anhelan o un desastre a pun...
Para alguien cuyo nombre se inspiraba en Eros, el amor nunca ha sido mi punto fuerte. He dicho las dos palabras a mis novios anteriores, pero al pensar en ello, no recordaba haber encontrado el gran amor del que todos hablaban. Nunca me sentí como si estuviera en una película y siempre he pensado en el amor como una parte normal de la vida que va y viene hasta que encuentras a la persona correcta.
Mi conversación con Pierre en Imola nunca se me ha escapado a la cabeza y ha pasado una semana. No le creí, solo me reí de lo que dijo y lo invité a volver al club. A pesar de mi exterior indiferente, sus palabras sacudieron una parte de mí. Nunca he dicho vocalmente que me gustara Charles, así que ¿cómo se supone que iba a decir que lo amaba? Era una pregunta que giraba repetidamente alrededor de mi mente, esperando a que aparezca una respuesta de repente.
Era el primer lunes de mayo y actualmente estaba en Nueva York para la Met Gala de 2023. Pasé la mañana con Olivia, visitando mi cafetería favorita de la ciudad y dando un paseo por Central Park. No pude asistir a la fiesta anoche ya que aproveché el poquito tiempo libre que tenía desde que volví a Imola.
La alfombra roja comenzaba en media hora, pero todavía me estaba preparando. El tema de este año era Leyendas míticas y habría sido una oportunidad perdida si no hubiera honrado a mi homónimo. El vestido rojo intenso tenía una parte superior de corsé que abrazaba mi cuerpo y estallaba desde mi cintura hasta el suelo. Los adornos dorados rodeaban la parte superior de mis brazos, que eran realmente rosas trenzadas para simbolizar el palacio de Eros y Psique, extendiéndose hacia arriba hasta la mitad de mi pecho. Desde aquí, las puntas de la capa que llevaba fluían hacia mi espalda. Mi cabello estaba rizado con mechones de pelo enmarcando mi cara y el resto levantado, manchas doradas en todo el peinado. Cartier me había prestado un par de pendientes de rubí y un anillo a juego para la Met que iba bien con mi atuendo.
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Mi maquillaje estaba inspirado en el moodboard que Ivy había creado, que implicaba mucho highlighter para enfatizar el aspecto dorado. Ella decidió incorporar mi maquillaje al atuendo también, dibujando un delineador de ojos con forma de mariposa que no era exagerado, pero que aún así complementaba el look. Lo terminó con un atrevido labio rojo que, con suerte, duraría toda la noche.
—Pareces una diosa —Olivia jadeó cuando entré en la sala de estar de la suite. Las cámaras se instalaron y actualmente estaban filmando desde que Vogue estaba creando un vídeo para algunas personas que asistían a la gala.
—Eso significa que estamos siguiendo el tema —Sonreí, tomando mi lugar junto a la pared que me han desocupado para que tome algunas fotos. He estado asistiendo durante los últimos cuatro años, y me enorgullecía seguir siempre el tema, recibiendo comentarios positivos de fans que siempre esperaban la alfombra roja. Era la Met Gala donde residían las obras de arte durante todo el año: se esperaba que llegues como arte tú mismo y era decepcionante ver a la gente pisar el tema.
La sesión de fotos duró aproximadamente media hora, ya que también tomamos algunas por el pasillo. Milo y Elliana asistían, pero todos llegábamos por separado. Mientras caminaba por el vestíbulo, un mensaje de Milo nos preguntó dónde estábamos. Le envié una foto mía mientras Elliana hacía lo mismo, todavía dentro de su habitación. Era bueno que el lugar estuviera a solo cinco minutos.
