'Los sentimientos de Royce. Mis sentimientos'

32 6 10
                                    

—¿Cree que estoy mal? Sigo culpándome de vez en cuando.

—¿No tanto como antes?

Analicé la pregunta de la psicóloga.

—No —tomé asiento —. No tanto como antes.

—Entonces avances muy bien, Royce.

Siguió explicando como todos los sentimientos eran partes del ser humano, incluso aquellos mucho más oscuros y vergonzosos.

—Le diré que no me gusta mucho la carrera de negocios —comenté —. Ninguna carrera me gusta lo suficiente como para someterme al sistema educativo de este país.

—¿Has cambiado de opinión? La otra vez dijiste muy confiado que estudiarías negocios. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

—¿Saber que, tal vez no pase el examen? —dudé —. Me gusta solucionar cosas y tratar con personas, me agrada que escuchen lo que tengo que decir y me digan lo que ellos quieren decir... ¿Pero no es mejor dejar de hacerme ilusiones? Mire, si pretendo que no me importa pasar el examen, cuando no lo haga, no me sentiré decepcionado de mí mismo.

—Estás estudiando mucho para ese examen. ¿No? —le di la razón al escuchar su pregunta —. Y no hay tiempo límite, lo que te agobia es creer que debes avanzar al mismo ritmo que los demás. Graduarte en cuatro años y ejercer después, pero siempre dijiste que quieres ir a tu ritmo. Ve a tu ritmo, Royce.

—¿Y si deja de gustarme? —cuestioné —. La carrera, ¿y si en algún punto deja de gustarme?

—Hay muchas más opciones para ti.

—Antes de decidirme, las estuve viendo, casi parece que no hay nada cien por ciento para mí.

—¿Las observaste todas? —ella no apuntaba nada en su libreta. Eso creaba una atmosfera más agradable, porque no me sentía como un mono siendo estudiado.

—¿Siempre quiso ser psicóloga? —estaba evitando su pregunta —. La mayoría de las personas que ahora son adultas, trabajan en algo que nunca imaginaron.

—¿Por ejemplo?

—Una bailarina de teibol dijo que quería ser psicóloga —comenté al recordar mi conversación con esa chica —. Le pregunto a usted, tal vez quería ser bailarina de teibol.

—Estoy bien siendo psicóloga, gracias por preocuparte.

—Muy pocos trabajan en algo que les gusta, por eso es que el mundo parece ser un lugar amargo, donde vive gente amargada. ¿No cree? Alguien que nunca se le dieron bien los niños, trabaja de maestro con veinte niños, ocho horas al día, cinco o seis días a la semana, más de doscientos días al año.

Me levanté por algo de agua.

—Alguien que le gustan los niños, trabaja en una oficina, sacando copias y sellando papeles. Se aburre y se siente desesperado todos los días. "Sacar copias y firmar papales es decepcionante", piensa amargamente —volví a tomar asiento —. ¿El mundo no sería un lugar mejor si cada persona trabajara en algo que le apasiona?

—Eso es correcto, Royce —dijo ella —. ¿Qué te gusta hacer, Royce?

—Me gusta molestar a las personas, pero no creo que existe un trabajo que se centre en eso —pensé antes —. ¿Un político no se incluye en eso? Los políticos siempre molestan a las personas.

Ella sonrió.

—No creo que haya un trabajo para eso.

—¿Y si nunca encuentro nada?

—En un mundo tan grande siempre hay lugar para alguien como tú.

—No, no se trata de eso.

—¿Entonces de qué se trata?

Me quedé callado al instante y ella se dio cuenta de lo que quería decir con mi silencio.

—Es vergonzoso —resoplé.

—Tener miedo nunca lo es. ¿Recuerdas lo que dije de la culpa? Tener miedo es otro sentimiento humano. Más que humano, en este caso, tener miedo es tu sentimiento. El sentimiento de Royce. Eso que sientes basado en lo que vives y en lo que piensas al respecto.

—Dan asco —contesté —. Todo esto de sentimientos y emociones da asco.

Ella me miró por un instante, sin culparme por lo que estaba diciendo, solo me observó como si esa fuera la respuesta más natural de todas.

...

¿Alguien como yo podía encontrar su lugar?  

No pude contestar esa pregunta a tiempo y me dejé caer en el sistema de vida que tanto odiaba desde pequeño.

La Historia De Royce (✔️)Where stories live. Discover now