La Historia De Royce (✔️)

'Todos menos tú'

trigger warning: contiene temas delicados como el suicidio.

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Otra reunión social. El funeral de mi hermano se había convertido en otra reunión social.

Nunca les pedí a mis padres absolutamente nada, incluso en las épocas en donde no hacían más que golpearme y hacerme ver como un idiota miserable, las ocasiones en donde me marcaban de moretones mi cuerpo e imaginaba que eran hermosos corazones púrpuras.

Cuando romantizaba mi vida con chistes ridículos, esos momentos en donde sabía que era un asco, pero me distraía matando a los personajes que mis compañeros inventaban.

Nunca les pedí nada, porque ellos no podían darme nada, y había tenido la idea ridícula de que las cosas serian diferentes, pero la mierda sigue siendo mierda, incluso si la pisas y la esparces por todos los lugares posibles.

Supe que estaba mal. Inconscientemente, sentía lástima por todos, pero ninguno sintió lástima por mí. ¿Por qué tenía que seguir soportando sus malos tratos? Nada más un apellido y mi supuesto parentesco sanguíneo nos unía. Y podía deshacerme de uno, dudaba si deshacerme del otro era posible.

—Come algo —llamó mi abuelo y yo le hice un gesto desinteresado. El ambiente en general me estaba estresando. Saber que, en esa caja de madera se encontraba el cuerpo de mi hermano, levantar la mirada únicamente para visualizar como todos comían y bebían con tranquilidad, como si de un cumpleaños se tratara.

No conocía a la mitad de esas personas y mi hermano tampoco. Mis padres convertían todo en una reunión para socializar.

—No puedes estar sin comer —dijo mi hermana, misma que venía de la mano de su paliducho esposo —. Al menos un poco.

—¿Desde cuándo les importa a todos ustedes mi salud? —no tenía intenciones de susurrar, entonces todos escucharon mi respuesta —. Por una maldita vez, solo lárguense y déjenme en paz. No necesito a nadie, dejen de estorbar.

No esperé que ellos se fueran, yo me levanté y avancé a la salida de esa habitación. Si seguía así, posiblemente iba a colapsar en ese instante.

Pero tampoco quería pensar.

Porque sabía las razones.

Pero temía culparme a mí.

Culparlo a él.

Culpar la decisión.

Porque saben que están mal, y no puedes hacer nada más que lo que ellos te permiten hacer, y ellos siguen sin ser los culpables, porque así es como miran el panorama del mundo, como imposible, sin salida.

Tú puedes mirarlas, eso no signifique que ellos lo hagan y que no lo hagan, tampoco significa que sean malos y no quieren luchar por salir adelante. Solo significa que no lo miran, hasta ahí.

—Se ha ido —hablé. Sus brazos me rodearon para consolarme, estando afuera nadie me podía observar y mi faceta de hermano menor que le vale mierda todo, podía dejar de existir, con mi amigo no era necesario fingir. Podía ser vulnerable y sabía que no obtendría burlas —. ¿Por qué me hizo creer que estaba bien si tomaría esa decisión?

Estaba resistiendo para no odiarme.

—Jeffry —su voz de consuelo ponía el ambiente lamentable a la situación.

—No digas nada. Solo abrázame —ordené.

Un abrazo.

Un abrazo no solucionaría los problemas, pero los haría más llevaderos.

Un abrazo no regresaría a mi hermano, pero me haría poder reconocer la situación.

¿Y ahora que iba a ser mi vida sin él?

Porque no lo culpaba, en absoluto, pero lo necesita, y, muy dentro de mí, sabía que no era el único que necesitaba a mi hermano.

...

<El tiempo lo supera todo>, dicen algunos imbéciles, esos que no sabe cómo funciona "el todo" de alguien.

Esos días me lamenté durante cada respiro que salía con dificultad.

 Por momentos imaginaba los "hubiera" con más frecuencia de lo normal. 

Las personas comenzaron a preocuparse por mi estado. Y eso no podía importarme menos.

Yo solo quería que todos estuvieran muertos.

Todos menos tú.

Todos estaban vivos.

Todos menos tú.