"Bye, Bye, mamá y papá"

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Intentaba mantener todos mis sentidos en la conversación que mi señora madre y mi hermana estaban teniendo, pero mi mente estaba pensando en regresar al taller con el abuelo.

—La casa es tuya —dijo a mi hermana —. No tengo nada que hacer en este lugar, tu padre tampoco quiere quedarse con la casa, lo correcto es que te mudes, así no tienes que pagar renta, ambos estarán cómodos.

—Es una casa demasiado grande para dos —respondió ella, conteniendo las lágrimas.

—Es perfecta para iniciar una familia.

¿Esa eran las cosas que, para mi madre, eran necesarias antes de formar una familia? Me imaginé a mis padres haciendo una lista. 

Tener una casa. 

Tener mucho dinero.

Tener mucho sexo.

Darles amor a nuestros hijos.  X

Hacerles ver que son importantes.  X

No reflejar nuestros traumas en ellos. X

No decirles que es su culpa cuando son acosados por extraños. X

Evitar que se suiciden.  X

Hacernos un examen en la cabeza para saber si podremos ser buenos padres y en el futuro no dañar la vida de nuestros hijos.  X

Sonreía al darme cuanta de lo perfecta que quedaba mi lista. 

—Tienes que venir a verme —más que una petición, lo que decía mi madre parecía una orden.

No continué escuchando más, había sido obligado a ir y despedir a mi madre, se divorciaba de papá y se mudaba a los Ángeles, ninguno quería quedarse con la casa, pero si peleaban por las demás propiedades.

Cuando el amor se acaba, el interés juega con el resentimiento y saca el peor lado de las personas. 

—Royce puede mudarse contigo —sugirió ella.

Mi hermana me observó.

—No —respondí.

Seguía sin hablarle a mi madre, al menos no como ella quería que lo hiciera, cada que mi boca intentaba modular alguna oración, mi mejilla ardía, mi cuerpo entero se ponía en alerta y comenzaba a doler. Como si los golpes de todos los años se sintieran al mismo tiempo y sofocaran mi existencia. 

Las dejé solas e intenté dirigirme a mi habitación, tampoco pude hacerlo, y la cobardía que sentí me hizo querer abofetearme. No evitaba los problemas, iba y los enfrentaba, ese era yo.

—No viviré en la casa —habló mi hermana, cuando ya íbamos de regreso a casa de mis abuelos —. No quiero vivir en esa casa, Royce.

—Hablas como si en esa casa se hubiese suicidado mi hermano —reproché y ella mi miró con atención.

Al principio, miré las terapias como un juego, un lugar donde hacer bromas y divertirme un momento, luego me di cuenta de lo lastimado que estaba. Desde el niño de siete años que comenzó a ser comparado con mi hermano mayor, hasta el chico de instituto que no solo había querido besar a su compañero, pero le daba miedo admitir eso.

Todos mis "yo" pasados, estaban en un nudo, un punto doloroso: entre ignorar todo para no sentir nada y recordar mucho para sentir intensidad.

—¿Qué? —pregunté al no escucharla hablar —. Está muerto.

Y claro que, en ocasiones pensaba: "¿Por qué no hice más?" O buscaba razones para minimizar el dolor, pero no podía simplemente ignorarlo.

—¿Ingresarás a la universidad? —su repentino cambio de conversación me hizo sonreír —. La abuela dice que ahora pasas todo el día en el taller.

—Mi agrada el taller.

—¿Es lo que quieres hacer, Royce?

—¿Es lo que quiero hacer?

Ella volvió a mirarme.

—No sé lo que quiero hacer, ¿Por qué se supone que a los dieciséis años tenga que decidir el futuro de mi vida?

—Tampoco puedes ignorar las responsabilidades.

—Y no lo hago, solo quiero ir a mi ritmo.

No quería ir a la universidad, sentarme durante horas y vivir mi vida entre lecturas obligatorias, amanecer con un café amargo que mi quitara mi propia amargura.

 Yo, solo quería levantarme e ir con mi abuelo al taller, ensuciarme un poco, tener grasa en mis manos y en mi cara, que mi abuela se sentara a observar como quemaba los motores.

Quería estudiar cuando yo quisiera, al ritmo que yo quisiera.

—Bien —respondió.

Si ella se hubiera girado a mirarme por tercera vez, se hubiera dado cuenta del miedo que tenía mi mirada.

—Vamos a casa, Royce.

...

¿También sentías miedo? Ellos te lastimaron durante tanto tiempo y yo no pude hacer nada. Sentía miedo al salir de mi burbuja y que alguien intentara lastimarme y yo no poder hacer algo para defenderme.

La Historia De Royce (✔️)Where stories live. Discover now