Era lunes, estaba saliendo de la casa un poco tarde con un montón de cosas en las manos, Poche se había ido más temprano, seguro ya estaba en Nordstrom. Martina me había texteado en la mañana preguntándome si podía ir hoy a ver el proyecto, aproveché el momento para responderle.
"Martina, me encantaría que nos acompañases en esta trayectoria tan importante para mí, pero debo proteger mi proyecto sacando de él cualquier cosa que podría estorbarlo. Lo siento mucho, pero cuando quieras podemos juntarnos y charlar de él".
Había contestado con un "Tranquila, entiendo perfectamente", y dejé ese asunto zanjado.
Cuando entré en mi oficina, mi teléfono comenzó a vibrar, la pulgui me llamaba, así que contesté de inmediato.
- Hola, mi amor, ¿cómo estás? - ella sonrió en la cámara.
- Hola, ma, estoy muy bien, ahora mismo estoy en el descanso de la mañana - asentí.
-¿Te ha gustado la academia? - asintió con efusividad.
- Me encanta, es mejor de lo que esperaba - sonreí.
-Me alegro, mi amor. Mami y yo te extrañamos un mundo - apoyó su mano en su mentón.
-Yo las extraño a todas también - Escuché que la llamaban de fondo - Ya comienzan las prácticas de nuevo, bye, ma - me lanzó un beso y cerró la llamada.
Sonreí imaginándome a esa pulguita corriendo por todas partes, disfrutando su viaje. Era una niña llena de alegría y eso me hacía tan feliz. Hoy en día crecer con traumas y dolores eran tan común, que lograr criar a un hijo sin haberlos expuesto a situaciones causantes de pena era un acto heroico. Aunque después de adultos se buscaban sus propios problemas y eso los hacía madurar, por lo menos estas seguro de que su infancia fue hermosa, como debería ser para todos los niños del planeta.
Recogí algunas cosas que necesitaría y me dirigí al salón. Todos me esperaban, ya la prueba piloto estaba culminando, y si todo salía bien, podríamos implementar el sistema de una vez por todas.
Todo marchó con tranquilidad, cuando terminamos al medio día todos nos paramos de la mesa aplaudiendo y sonríendo, nos abrazamos y felicitamos unos con otros, Abi me dio un gran abrazo.
- Felicidades, Calle - sonreí fuerte.
- Gracias, amiga - volvimos a abrazarnos.
La prueba piloto había salido de maravilla, todos estos meses de arduo trabajo habían servido de algo y eso me ponía extremadamente feliz.
Blake se acercó a mí y me dio un fuerte abrazo.
- Felicidades, Calle- me separé de él.
- Gracias a ti, Blake, hoy por hoy, mucho de lo que soy te lo debo a ti - negó.
- Yo solo te abrí las puertas de Nordstrom, hubieses sido grande donde fuese que fueras - volví a abrazarlo.
Cuando recogimos todas las pertenecias me sorprendí de no ver a Pochr por aquí, ella sabía que hoy culminaba la prueba y lo importante que era para mí.
Salí caminando con Abi.
- ¿Dónde anda la Pochesita? - me encogí de hombros.
- Iré a darle la noticia - Abi asintió.
- Avísame para que vamos a comer juntas - le guiñé un ojo dirigiéndome al ascensor.
Subi a el piso de Poche y caminé hasta su oficina.
Su secretaria estaba allí atendiendo unos asuntos en su computadora.
- Hola Sra. Calle - sonreí.
Hola, Ashley, ¿se encuentra Pochr? - asintió.
