Cuando llegué a mi casa, me metí a bañar en seguida.
Opte por una especie de hoodie desgastado en el que una manga caía por mi hombro, unos jeans blancos rasgados y unos slip-ons del mismo color. Dejé mi pelo suelto al descuido y me puse un maquillaje ligero.
Recibí un mensaje de Poche avisándome que estaba esperándome abajo.
Saliendo por el lobby, vi su camión de guerra y a Poche parada frente a la puerta del pasajero con una sonrisa hermosa. Tenía sus manos atrás.
Llevaba un hoodie verde que acentuaba el color de sus ojos, unos jeans negros rasgados y unas doc martens negras.
Cuando me acerqué a ella trajo sus manos hacia adelante, tenía una rosa roja en su mano izquierda. Cuando iba a tomar la rosa me agarró con el otro brazo y me dio la vuelta hasta que estuve pegada al carro.
- Siempre estás tan hermosa - susurró cerca de mis labios.
Envolvió sus brazos en mi cintura y yo abracé su cuello con los míos.
-Tú también estás hermosa - sonreí en sus labios - Pareces una beba toda tierna - besé sus labios, y ella sonrió en los míos.
Nos separamos un poco y me entregó la rosa.
- Una flor para otra flor - volteé los ojos.
-¿No podías ser un poquito más original? - pregunté, entrando al carro cuando me abrió la puerta.
Me plantó un beso cuando ya estuve montada.
- Un cliché es un cliché porque funciona -sonrió. Me abrochó el cinturón.
Cerró la puerta y dio la vuelta hasta el conductor.
Iba manejando en tranquilidad.
Le di a prender al radio.
-¿Tienes algo que escuchar aquí? – pregunté.
- Todas las canciones de Disney - me miró y sonrió, yo también lo hice.
-¿No escuchas música? - volvió su mirada a la carretera.
-Solía hacerlo cuando era joven, ya no lo hago - parecía cortante.
- Todavía eres joven, Poche - me sonrió de lado.
- Cambiemos de tema, por favor - punchó la pantalla para conectar dispositivos bluetooth al radio - Conecta tu celular y pon tú algo, si gustas - siguió viendo a la carretera y me quedé observándola.
Hice lo que me dijo, conecté mi celular a la radio. Entré a mi biblioteca de Spotify y busqué una canción aleatoria.
She will be loved de Maroon 5 comenzó a sonar.
Todo estuvo perfecto hasta que llegó el coro de la canción.
Escuché un golpe fuerte y cuando dirigí mi mirada, ya no había música.
Poche había apagado el radio de un golpe y siguió manejando con su cara de enojo.
Me quedé observándola un minuto.
- No me gustaría preguntar, pero siento que debo - hice una pausa - ¿Qué diablos te pasa? - esto parece que la hizo enojar más.
- No me gusta la música - cortó el tema.
Fijé mi vista a la carretera, rogándole todos los cielos que llegáramos rápido.
Llegamos al centro de Seattle, finalmente. Encontró un aparcamiento justo frente a Hitchcock, un pequeño restaurante perteneciente a un chef muy famoso.