Capitulo 31

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Mierda, ¿Qué haré ahora?, mierda, ¿por qué me pasan estas cosas a mí?, mierda.

- MIERDAA - grité lo más fuerte que pude, tirando la estúpida prueba de embarazo que había dado positivísimo a los 15 segundos.

Sentí la puerta abrirse, Abi me vio fijamente a los ojos.

Las lágrimas amenazaban con salir, pero intentaba con todo lo que tenía dentro de mí para que no salieran.

-Calle, tranquila - dijo acercándose. Me alejé de ella lo más que pude tapándome la cara con mis manos.

- ¿Cómo diablos quieres que esté traquila, Abi?, esto es malo, en todos los sentidos - Abi negó, volviéndose a acercar.

- Calle, no digas eso, un hijo siempre es una bendición, y me alegra tanto que pudieras concebir uno - negué, rápido agitando mucho mi cabeza.

- Es increíble, sí, pero no en este momento - agarré de mi cabello lo más fuerte que pude.

- Hey, suelta, te harás daño - dijo intentando quitar el agarre que tenía en el cabello - Calle, tienes 29 años, ¿que más tiempo necesitas? - suspiré derrotada.

- Necesito cumplir mis sueños, Abi, necesito tiempo, pero sobretodo, necesito una pareja estable para eso - una lágrima logró escaparse.

-Calle, tranquila - acarició mi mejilla - Quizá no tengas una relación rígidamente estable con Poche, pero ella es muy comprensiva, entenderá las razones si le hablas desde el corazón - hizo una pausa - Atrevete a contarle tu historia - suspiré bajando la mirada.

Salí del baño y tomé mi bolso.

- ¿A dónde vas? - preguntó preocupada.

- Jonh - se detuvo asintiéndome.

- Me llamas cualquier cosa - asentí.

Salí de mi oficina anunciándole a Meli que ya no volvería. Me monté en mi coche y conduje lo más rápido que pude al hospital.

Corrí por los consultorios hasta que llegué a uno que decía en letras modernas "Dr. Tom Jonh- Ginecología y Obstetricia". La secretaria estaba lista para marcharse cuando la detuve.

- Hey, no te vayas, necesito ver a Tom lo más rápido posible, por favor - la miraba suplicante.

- El Dr. Jonh ya terminó su jornada por hoy - le sostuve su mano.

- Por favor, es una emergencia - se quedó en silencio observándome unos largos segundos y asintió.

- Bien, dame unos segundos - asentí tomando asiento frente a ella.

Unos minutos después, el mismo Tom abría la puerta de su consultorio.

- Daniela - levanté la mirada. Lo vio en mis Ojos, lo sé - Pasa - se hizo a un lado.

Se dirigió al sonógrafo, arreglando todo para que me recostara.

-¿Qué  sientes? - preguntó.

- Tengo nauseas, mareos y dolores abdominales - asintió levantando mi camisa y descubriendo mi abdomen totalmente plano.

Puso gel en mi abdomen y suspiró colocando el aparato en mi abdomen.

Pude ver mi útero con una mancha no más grande que una uva.

- Felicidades - suspiró - Eres fértil –

- Mierda Tom - apreté los ojos muy fuerte.

- Y no, antes que preguntes, no puedes realizarte un aborto, ahí si quedaría infértil toda la vida - suspiré.

Todo Cambio Desde Que Te ConocíWhere stories live. Discover now