Capitulo 28

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Eran las dos de la madrugada y entraba por la puerta de mi apartamento intentando hacer la menor cantidad de ruido posible, despertar a mi madre y enfrentarme a sus preguntas iba a resultar catastrófico.

Intentando apoyar lo menos posible mis tacones del suelo, cerré la puerta. Cuando di la vuelta, me di cuenta que no era necesario. Ahí estaba mi madre, sentada en el sofá, con una taza de té en su mano izquierda, y un libro en la derecha. Cuando me vio entrando, soltó el libro y lo apoyó en sus piernas, agarró sus anteojos de leer y los subió a su cabeza.

Me acerqué al sofá sigilosamente, como si aún intentara no despertarla.

-¿Qué haces despierta a esta hora? - pregunté sentándome en la otra parte del sofá.

- ¿Qué hacías tu tan tarde en la calle?, pensé que solo saldrías a cenar - suspiré y me despojé de mi abrigo.

-Digamos que la noche se extendió un poco- estaba evitando su mirada a toda costa, así tacones. que aproveché para quitarme los

-Se extendió a sexo, querrás decir - volteé los ojos y me acomodé en el sofá con mis piernas arriba.

- Soy un adulto - me interrumpió.

- Estoy consciente de eso, Calle, solo quiero saber con quién andabas, porque que yo sepa, no estás saliendo con nadie - respiré profundo, había llegado la hora de contarle.

- Estaba con Poche - bajé la mirada y comencé a jugar con la tela que sobraba de los agujeros de mi pantalón.

- ¿Desde cuando las mujeres están en tus preferencias sexuales? - solo escuchaba curiosidad en sus palabras, no había enojo, ni sorpresa.

- Digamos que la universidad abrió mi mente un poco - finalmente decidí subir la mirada, y solo pude ver una sonrisa en su cara.

-¿Es algo temporal o va en serio? - siguió calmada.

- Va en serio - volvió a sonreir, pero esta vez con nostalgia. Unos largos segundos de silencio se instalaron entre nosotras.

- Es un amor su hija, y ella también - ahora la que sonreí fui yo.

- Adoro a esa niña - asintió.

- Puede que tenga una idea de porqué, es todo un personaje - asentí y volví a bajar la mirada, mis facciones estaban serias, totalmente - Es una suerte, ¿no?, que ella ya tenga una hija y que sea ella la que pueda seguir extendiendo la familia cerré los ojos muy fuerte, la verdad era que no quería entrar a ese tema.

- Poche es intersexual, no puede salir embarazada - abrí los ojos lentamente, y ahora si percibí la sorpresa en su rostro.

-¿Eso quiere decir que tiene un pene? - me reí.

- Si, madre, eso quiere decir que tiene un pene, y que es completamente funcional - su mandíbula cayó al suelo.

-Se ve muy femenina - volví a reír.

- Lo es, es una mujer en todos los sentidos, menos en ese - asintió. Otro momento de silencio se instaló entre nosotras.

- ¿Eres feliz? - casi susurró, esto hizo que levantara mi mirada y la analizara.

- Lo soy - sonreí, y ella también lo hizo, y aunque no estuviese triste, podía ver nostalgia en todas sus facciones.

-¿Ya le dijiste? - me imaginé que este tema vendría a colación. Bajé la mirada y apreté los ojos.

- No- solo respondí.

-¿Qué? - dijo sorprendida y levanté mi mirada a la de ella - ¿Están en algo serio y aún no le dices que no puedes tener hijos? - la corté.

- No hemos hablado de eso - apreté los dientes, las lágrimas estaban a punto de salir, y no quería llorar delante de mi madre.

- Calle, eso es algo de lo que deberías hablar con tu pareja a inicios de la relación - la interrumpí.

- Aún no estamos en una, así que cálmate -pude ver que sus facciones se suavizaban un poco.

-¿Usan condón? - negué - ¿Y que le dices entonces? -

- Le dije que tomo anticonceptivos - ella negó.

- Deberías hablar con ella y contarle algunas cosas de tu pasado - suspiré.

- Me haces sentir como si fuera una ex convicta que asesinó a miles de personas - sonrió.

- No es así, solo pienso que es algo importante de lo que deberían hablar - se puso de pie y se acercó a mí para sentarse justo a mi lado - No lo digo por mal, Calle, solo digo que es un tema importante, y algo que ella debería saber si las cosas van serias - asentí. Ella colocó su brazo en mis hombros y me llevó a ella para abrazarme. Unos segundos después apoyé mi cabeza en su hombro - Te amo, mi niña -mi corazón dio un vuelco y comenzó a latir muy fuerte, escuchar a mi madre decirme que me amaba, justo frente a mí era un sentimiento que había olvidado por completo.

- ¿Lo haces de verdad? - me apretó un poco con su brazo.

-¿Alguna vez lo dudaste? - sentí su mejilla despegarse de mi cabeza.

- Tengo mucho tiempo pensando que German y tú preferirían no haberme tenido nunca se separó un poco de mí, lo que hizo que levantara mi cabeza de su hombro y juntaramos nuestras miradas.

- No digas esas cosas, Calle, tu padre y yo te amamos con todo nuestro corazón. Daríamos la vida porque volvieras a nosotros, para amarte y cuidarte, para tener nuevos recuerdos contigo - hizo una pequeña pausa, y pude ver como una lágrima caía por su mejilla - Te alejaste tanto de nosotros cuando pasó el accidente, ambos sentíamos que te habíamos perdido de tantas maneras, que te habías perdido a ti misma - hizo otra pausa. Escuchar a mi madre decir esas cosas, y confirmarme todo lo que había pensado, me estaba rompiendo el corazón - Y cuando intentamos ayudarte, solo te alejaste más. Te mudaste a otro estado, durábamos semanas sin saber de ti, sin que nos respondieras nuestras llamadas -bajó la mirada - German estuvo a punto de perder su trabajo, porque la depresión en la que cayó no lo dejaba vivir. -

- Pero no fue culpa de ustedes, mamá. Todo lo que pasó me lo busqué yo sola - negó.

- Sentíamos que habíamos fallado como padres, que quizá nuestra crianza no fue la mejor, que todo lo que hacías, lo hacías porque algo te dolía en el corazón, y por eso eras así, alcohólica, fiestera, como si todo el tiempo estuvieses huyendo de algo - agarré su mano y la apreté fuerte.

-No es su culpa, mamá, y por eso me alejé, porque no era culpa de ustedes, y tampoco quería que lo sintieran así, por eso mi respuesta fue irme lejos, para que sanaran a su manera las heridas que yo había creado en ustedes, por mi inmadurez, por mis miedos y mis celos - al terminar con esa palabra, ella levantó su mirada.

- No sé cuáles eran los motivos de tus miedos y celos, pero discúlpanos, a ambos, si alguna vez te hicimos sentir que no eras importante, que tu vida no era válida para nosotros, porque no es así, German y yo estamos muy orgullosos de ti, y te amamos con locura, esa es la verdad - asentí retirando mi mano de ella y sencando mis lágrimas de paso.

-Lo sé, mamá, sé que me aman con locura. Solo que me tomó un poco de tiempo entenderlo - respiré profundo, y me preparé para decir lo que hace mucho tiempo debí decir, pero nunca había hecho - Yo también lo siento, siento haberlos hecho pasar por todo eso que pasaron, y todo eso que sintieron - hice una pequeña pausa y la abracé - Yo también los amo con locura

No quedamos un buen rato así, abrazadas. Sintiendo a mi madre tan cerca, que me llenaba el corazón.

Estaba aliviada, tenía tanto rencor dentro de mí, que no me había detenido ni dos segundos en pensar cómo se habían sentido ellos todos estos años.

Me puse de pie extendiéndole mi mano. Ella la tomó, halé un poco y nos fuimos a mi habitación.

Nos quedamos dormidas abrazadas, y por primera vez en muchos años, estaba sintiendo todo el cariño que esta mujer sentía por mí.

Todo Cambio Desde Que Te ConocíOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz