Parecían tres leones acechando a su presa. Tragué profundo y sentí mi corazón vibrar con los nervios y la vergüenza de que nos vieran besándonos de la manera que lo hacíamos. Lia estaba mil veces peor que yo.
Mami carraspeó y palmó el sillón en el que estaba sentada indicándonos que tomáramos asiento. Observé a Lia que estaba petrificada, me moví primero y me senté en el sillón que estaba libre, Lia me acompañó.
Abi era la que más me preocupaba, estaba sentada con sus piernas arriba y su brazo en la cabecera del sofá, jugaba con su cabello mientras nos observaba, al contrario de mis madres, su rostro parecía sin emoción. Sabía que una mala reacción por parte de Abi afectaría mucho a Lia, y solo me importaba su bienestar ahora mismo.
-Al parecer pusieron en orden sus asuntos - mami rompió el hielo.
- Y muy bien ordenados, por lo que veo - la acompañó Abi, bajé la mirada a mis manos y lentamente observé a Lia que parecía petrificada.
- Supongo que entienden que esto cambia totalmente la dinámica, ¿verdad? - má habló esta vez, yo la observé y asentí lentamente - Somos madres modernas, pero hay detalles que se salen de los límites y que por respeto no podemos permitir - fijé toda mi atención a ella.
- Las pijamadas quedan canceladas - mami apoyó esta vez.
-Durar todo el día trancadas en el cuarto - Abi siguió.
-Las muestras de afección hay que reducirlas - má terminó y yo volteé los ojos.
- Creo que ya se están pasando un poco, ¿no creen? - negarón las tres con la cabeza.
- El sexo a temprana edad, Emma, es muy peligroso - má atacó, iba a opinar pero no me dejó continuar - Y es muy cierto que no hay riesgo de embarazos ni nada de eso, pero el sexo conlleva muchas emociones, que quizás a su edad sean muy difíciles de controlar - mami asintió.
- No las estamos prohibiendo de nada, simplemente las queremos aconsejar - mami explicó - Ustedes han sido amigas por demasiados años, se conocen completamente, desde los gustos, preferencias, emociones, es hasta muy probable que adivinen lo que piensa la otra, y eso es muy lindo, que lograsen trascendir esa conexión a un nivel mucho más íntimo porque se van a querer geniunamente, pero mucho antes de ser románticas una con la otra, eran sólo eso, amigas, y el contacto físico excesivo, los besos, las caricias, el sexo, lo único que lograría sería confundirlas mucho, pueden hasta llegar a una etapa que crean que confundieron el amor con la amistad, y eso sería muy malo, ¿no? - hizo una pausa y asentimos ambas, ella sonrió, Lia estaba un poquito menos tensa - Entonces es muy importante que se den un tiempo para conocerse, y se que piensan que se conocen perfectamente, pero no es así, ustedes no se conocen románticamente y es una parte que cada una debe darse la oportunidad de conocer de la otra, y eso no tiene mucho que ver con los besos y el contacto físico, es una conexión de almas - hizo otra pausa - ¿Me entienden? -asentimos nuevamente.
- No crean que les estamos diciendo que no se quieran físicamente, para nada, sólo que intenten hacer una conexión interna antes de hacerla externa - Abi completó, nos quedamos en silencio unos segundos largos - Lia - esperó a que Amelia conectara su mirada con la de ella, cuando lo hizo le sonrió levemente- Te amo, pequeña - pude ver una lágrima corriendo por su mejilla, ella asintió y se abalanzó a Abi abrazándola y escondiendo su rostro en su cuello, Abi respondió al abrazo y le dio un beso en su mejilla, Lia había empezado a llorar y Abu solo cerró sus ojos dejándola desahogarse - No te sientas avergonzada, lo único que importa es que seas feliz - Lia despegó su rostro secándose las lágrimas, Abi la abrazó nuevamente de lado y le dio otro beso en su sien - Nos vamos a casa, tienes que descansar - Lia asintió. -
