Capitulo 42

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Era nochebuena, habíamos decidido pasarla en casa de mis padres para cenar, y quizá más tarde visitaríamos a los padres de Poche. Emma se había quedado con ellos, y Poche no se había negado, llevaban mucho tiempo sin verla.

Estaba ayudando a mi madre y a Sandra a llevar todo a la mesa, Kimberly había ofrecido su ayuda también.

Escuchaba la conversación de Poche con George.

- No recuerdo la última vez que armé un poliarticulado - decía Poche riendo.

- Lo sé, los androides acaparan toda la atención - respondió George.

Me alegraba mucho que ellos encontraran de que hablar, y que lograran que Poche se involucrase en la conversación, aunque estas fuesen de trabajo para ellos.

- Calle, ayúdame con el pastelón - asentí acercándome a mi madre. Me coloqué a su lado y me incliné en el horno para ayudarla. No sé qué sucedió, pero al parecer el caliente del horno, con la inclinación y los tacones, me crearon un mareo instantáneo y terrible. Cuando levanté el cuerpo, me tambaleé un poco, por suerte Sandra estaba a mi lado y me sostuvo.

- ¿Estás bien? - preguntó, pude ver su mirada de preocupación.

-Si, parece que fue el calor del horno- le sonreí apretando su hombro y ella me picó el ojo. Sandrea se había dado cuenta que estaba embarazada, no se le escapaba nada. Así fue la primera vez, ella me lo había mencionado unos días antes del accidente.

- Ve siéntate un rato, Calle - mencionó mi madre mientras seguía moviéndose, asentí porque realmente lo necesitaba.

Fui hasta el sofá que estaba mi papi, lo abracé por la espalda para que me abriera un poco de espacio y así hizo. Me senté a su lado, él apoyó su brazo en mis hombros y recosté mi cabeza en su cuello.

- ¿Qué te sucede?, estás pálida-levanté la mirada y le di un beso en uno de sus cachetes y sonreí.

- El calor del horno - el asintió observándome.

-¿No quieres vino? - sonreí negando - ¿Ya no tomas? -

- No tengo ganas - se quedó observándome y solo lo abracé fuerte.

- Eres terrible diciendo mentiras - levanté la mirada para juntarla con la de él, pero no pude sostenerla - Yo solo quiero que estés bien asentí apoyando otra vez mi cabeza en su cuello.

Mafe nos llamó para cenar y fuimos todos a la mesa.

Poche me abrazó por la espalda y me dio un beso en el cuello. Me volteé y le devolví uno suave en sus labios.

- ¿Estás bien? - preguntó en lo que parecía un susurro y le asentí.

Nos sentamos a cenar, todo estaba muy delicioso. La comida de mi madre y Sandra era espectacular.

Estaban todos sumidos en una charla muy animada, todos hablaban, tomaban y reían, yo solo estaba ensimismada en mis pensamientos y en el malestar que estaba sintiendo en todo mi cuerpo. Había dejado de comer hacían ya unos diez minutos, no soportaba las náuseas que sentía, y si me llevaba un bocado más a mi boca, iba a explotar ahí mismo.

Podía sentir el sudor bajando por mi cuello. Respiré profundo y subí mi cara lo más que pude, hasta que un dolor punzante en el abdomen me atacó, incliné mi cuerpo lo más que pude y Pochr dirigió su mirada a mí.

Levanté el rostro como pude, e intenté ponerme de pie, todo estaba en silencio. Pude sentir a Poche a mi lado, y sus brazos sosteniéndome, hasta que dejé de sentir todo.

Poche

La sostuve como pude, parecía desmayada, la senté un el sofá más cercano, todos estaban alrededor de nosotras.

- Calle - decía, moviéndole el rostro, pero no había ninguna reacción.

- Parece un desmayo, está respirando - articulaba Mafe - Llama a una ambulancia, German este asintió buscando su teléfono.

Unos minutos después unos paramédicos entraban al hogar de los Calle, intentaban reanimarla en el mismo lugar que se encontraba.

Hacían varias preguntas, que respondíamos entre todos.

-¿Está en estado de embarazo o padece de alguna condición? - suspiré.

- Si, está embarazada - todos dirigieron su mirada a mí, en silencio.

- Bien, nos la llevaremos al hospital entonces - asentí moviéndome para que tuvieran total acceso a montarla en la camilla.

Todos los paramédicos actuaban con cuidado, ya estaba reaccionando, pero como supongo que estaba embarazada, igual le darían atención médica en un hospital.

- ¿Está embarazada? - preguntó Mafe en un hilo de voz, yo volví a suspirar.

- Así es -una sonrisa se dibujó en sus labios, mientras una lágrima rodaba por su mejilla.

-Me iré en la ambulancia con ella - German asintió.

- Te alcanzamos allá - asentí caminando en pasos rápidos.

El hospital más cercano estaba a unos 7 minutos, había abierto sus ojos, pero aun no reaccionaba, yo sostenía su mano mientras rezaba que todo estuviese bien, y que solo fuese un mareo pasajero.

Cuando llegamos, los paramédicos la desmontaron, mientras les explicaban a los médicos que la recibían, yo solo observaba, me sentía en las nubes. Fui detrás de ellos, que caminaban a pasos rápidos. Cuando llegaron a un cubículo, hicieron una serie de pruebas, habían unos cinco médicos arriba de ella.

- La presión arterial está muy baja – vocalizó uno de los médicos, mientras el otro gritaba "llamen a ginecología y obstetricia" - Hay que moverla -

Comenzaron a mover la camilla entre todos, y la entraron a un cuarto, cuando intenté entrar me detuvieron.

- Debe esperar afuera - y así sin más cerraron la puerta en mi cara. Me apoyé de ella, mientras sentía las lágrimas corriendo por mis mejillas.

Alguien se acercó a mí.

- Venga, la acompaño a la sala de espera - asentí, no podía vocalizar ni una palabra.

Cuando llegué a la sala de espera de la emergencia, muchos recuerdos llegaron a mi cabeza, odiaba esta sensación de incertidumbre, y yo solo quería tener a Calle en mis brazos. Levanté mis piernas y las abracé con mis brazos, apoyando mi cabeza entre ellas. Sentía todas las lágrimas quemando en mis mejillas, unos minutos después que parecieron horas, sentí un brazo en mi espalda. Levanté la mirada y me fijé que era Mafe, detrás de ella estaban German, George, Alex y Kimberly.

Conecté mi mirada con la de Mafe, y pude ver las lágrimas brotando de sus mejillas.

Se sentó a mi lado, y me abrazó por los hombros. Eso me tranquilizó, por lo que unos minutos después saqué mi teléfono y le envié un texto a mi madre explicándole lo que había pasado.

Mis padres llegaron unos minutos después.

-¿Qué pasó, está bien Calle? - mi madre se acercó a mí, me vio a los ojos unos segundos y lo sintió, porqué se bajó a mi altura y me apretó fuerte los brazos.

- Poch, ¿Daniela está embarazada? - asentí escondiendo mi mirada una vez más en mis brazos, sé que lo pudo ver, sentía lo mismo que sentí cuando Juli murió - Oh Poche- se sentó en la silla que estaba a mi lado y me abrazó como pudo.

- No puedo perderla - escondí mi cara en su cuello, dejándome llevar de ese abrazo reconfortante, pero que al mismo tiempo mostraba todas mis debilidades, todos mis miedos.

No podía perderla, tampoco podía perder a ese bebé que ya estaba amando con mi vida. No lo iba a resistir.

Todo Cambio Desde Que Te ConocíWhere stories live. Discover now