Capitulo 14

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Estaba concentrada en unos contratos cuando escuché una revuelta fuera de mi oficina, sabía que era Meli, esa voz de Barbie la diferenciaría de cualquiera. Al parecer estaba discutiendo.

Decidí pararme a ver qué pasaba y cuando abrí la puerta, una de las imágenes más graciosas que habían puesto ante mis ojos estaba ahí.

Poche estaba parada frente a Meli, con los brazos apoyados a su cintura, su mirada clavaba dagas en los ojos de Meli. Ninguna se había percatado de mi presencia, así que hablé.

-¿Qué está pasando? - ambas dirigieron sus miradas hacia mí.

- La Sra. Garzon quería pasar a su oficina sin autorización, y se lo mucho que le molesta que lo hagan, así que estaba intentando detenerla - Poche la interrumpió.

- Ni siquiera me querías anunciar, sabiendo muy bien que Daniela estaba ahí dentro - Meli la interrumpió.

- La Sra. Calle fue muy específica en no dejar pasar a nadie - la corté.

-Ya basta - me miraron en silencio - Está bien, Meli, atenderé a Maria Jose- abrí la puerta y le hice un ademán de que pasara. Ella miró fijamente a Meli como si le estuviese restregando su victoria en la cara. Me reí.

Cerré la puerta detrás de nosotras y me dispuse a caminar a mi escritorio. Poche me siguió en total silencio, y se sentó cuando le hice señas de que lo hiciera. Nos miramos fijamente a los ojos.

-¿Por qué no respondes mis llamadas y mis mensajes? - preguntó. Vi al techo, porque me imaginaba que por ahí venía el asunto. Suspiré y volví a fijar mis ojos en ella.

- La verdad... - me sonrojé, era realmente mala para las confrontaciones - te estaba ignorando - escupí antes de arrepentirme.

-¿Y eso por qué? - respondió más rápido de lo que esperaba.

- Bueno, pues... - mierda, no sabía que decir, así que decidí ser sincera - ayer cuando dijiste que me habías escogido a mí porque era la que más te había insistido - hice una pausa - me sentí mal- la cara de Poche parecía un engranaje de reloj, todo encajaba ahora.

- Por eso saliste corriendo - afirmó asintiendo - mira Calle, la verdad es que ni yo misma se lo que estamos haciendo, y para serte sincera no quiero cuestionármelo - me vio - las cosas contigo fluyen mucho más de lo que esperaba, y quiero que sigan así - hizo una leve pausa - pero también quiero ser totalmente abierta contigo - esperó a que la viera para continuar - tengo mucha mierda dentro de mí, muchas barreras construidas desde hace años, que no creo que seas capaz de romper. No quiero prometerte un futuro, cuando estoy segura de que es totalmente incierto, así que, si no quieres continuar con lo que sea que llevábamos haciendo estos días porque crees que saldrás lastimada, lo entendería perfectamente - asentí, y me dolió, es como si dejar lo que estábamos haciendo no le molestara en lo más mínimo.

- Está bien - me acomodé en la silla y la vi directamente a los ojos. La decisión que iba a tomar no era la que realmente quería - Es mejor que lo dejemos entonces - levantó la mirada y pude ver la decepción en sus ojos. Asintió.

- Bien - se quedó sentada, sumida en sus pensamientos por unos largos segundos - Está bien - se puso de pie y caminó en mi dirección - ¿Me regalas un último beso? - preguntó frente a mí.

Lo pensé, pero decidí levantarme, nos miramos unos segundos que parecieron interminables, puso sus manos en mi cintura y me acercó a ella.

Podía sentir su aliento rozando en mis labios, no podía resistir más, así que cerré el espacio que quedaba entre nosotras y sellé nuestros labios. Se quedó estática, como si quisiera detener el tiempo en este instante.

Todo Cambio Desde Que Te ConocíWhere stories live. Discover now