Capitulo 50 callejon diagon

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Una semana antes de la vuelta de clases, mientras la familia Weasley desayunaba uno de los búhos de hogwarts entró por una de las ventanas de la cocina de la madriguera y dejó caer dos cartas frente de Lía.

La chica las tomó en silencio una era la carta habitual de cada año y la otra era los resultados de los TIMOS.

—¿Cómo te fue cariño? — Molly pregunto con la intención de obtener una respuesta de la chica, pero solo consiguió un encogimiento de hombros. Fred se estiro en la mesa y le arrebato la carta de las manos.

—¡Caramba! Sabía que eras una buena bruja, pero no pensé que tanto.

—No veo notas así desde Hermione — la señora Weasley pareció interesada de saber sus notas.

En cambio Arthur y Charlie seguían comiendo en silencio, el segundo mirando de reojo a Lía.

—9 extraordinarios, notas perfectas en todo.

—Creo que habrá otro delegado en la familia— bromeo George.

La señora Weasley parecía radiante, felicito a la chica por sus notas al igual que Arthur, los gemelos comenzaron a bromear diciendo que con Percy había sido suficiente, los únicos en silencio eran Charlie y Lía.

Luego del desayuno la chica subió a su cuarto, estaba por terminar de escribir unas cartas cuando la puerta fue tocada y luego la abrieron lentamente.

—¿Puedo pasar? — Charlie estaba en el marco de la puerta.

Lía solo asintió y Charlie dio un paso adelante, recorrió el cuarto con la vista los dibujos con dragones que dibujo durante su tiempo en hogwarts todavía estaba en las paredes.

—Yo solo quería felicitarte por tus TIMOS— solo obtuvo un asentimiento por parte de la chica — pensé que podíamos ir al callejón diagon a comparar tus materiales y podías escoger algo como premios por tus calificaciones.

La chica negó mientras acercaba una de las carta y doblaba las otras.

—¿Vas a pedir tus materiales por búho? Sabes que no es necesario pudo llevarte— la chica solo volvió a negar— vamos lía podríamos ir por un helado y visitar sortilegios Weasley los gemelos vas a estar en la tienda del callejón diagon.

La chica lo pensó solo había estado dos veces en el callejón diagon, antes de su primer año en hogwarts y el año pasado con Charlie y se la había pasado bastante bien, viendo todo los artículos que ofrecían las distintas tiendas.

La chica asintió por fin sacando una gran sonrisa de parte de Charlie.

—Genial, voy por mis cosas vuelvo enseguida, espérame junto a la chimenea.

Lía lo vio salir del cuarto demasiado contento, no pudo evitar una pequeña sonrisa por su comportamiento, cerró la puerta y se cambio por algo más cómodo.

(...)

La calle del callejón están más llenas de los habitual, estaba llenas de estudiantes, Lía había visto algunos compañeros de casa, los cuales la saludaron con un pequeño movimiento de cabeza el cual ella correspondió, compraron todos los materiales, por último fueron a madame Malkin por una túnica nueva.

Charlie observaba en silencio como le tomaban sus medidas, estaba orgulloso de la chica aún cuando creció sola en un orfanato se las arreglo para seguir adelante, cuando el era niño tuvo que conseguir las cosas de segunda mano, las mayoría era de Bill, muy rara vez conseguía algo nuevo, pero Lía se las había arreglado y había conseguido la forma de ganar dinero, suficiente para comprar sus cosas nuevas y tener una excelente cantidad de ahorros en su cámara de Gringotts, eso era un diferencia entre los dos la chica era lista y astuta sabia tomar las oportunidades a su favor y salir adelante, eso lo había sacado de su madre.

Luego de comprar las cosas fueron por un helado a Florean Fortescue Lía señaló uno de chocolate y Charlie compro uno de pistacho, caminaron hacia sortilegios Weasley mientras comían sus helados y observában los productos que ofrecían algunas tiendas.

—¿La estas pasando bien?— Lía solo asintió.

Se acerco a artículos de calidad para Quidditch había una escoba nueva, la chica no le presta atención la suya era bastante rápida y estaba nueva, pero junto a la escoba habían unos nuevos guantes tenias un mejor agarre a la escoba y eran más suaves por dentro.

—¿Vas a seguir en el equipo?— obtuvo la misma respuesta de siempre — Deberías comprarlos.

La chica negó, iba a seguir su camino, pero se detuvo al no ver a Charlie a su lado se volteo y tampoco estaba, luego de los minutos salió de la tienda con las dos bolsas que cargaba desde un comienzo y una pequeña bolsa extra que no tenía hace unos minutos.

—Consideralo como un regalos por tus TIMOS.

—Gracias.

—No es de nada, te lo mereces, deberíamos ir ya a sortilegios Weasley.— Lía asintió y siguieron caminado hasta sortilegios Weasley.

Si las calles del callejón diagon estaban llenas sortilegios Weasley estaba completamente lleno, cada vez que caminaban chocaban con alguien se encontró con Marcus cerca de las seccion de surtidos saltaclases.

Charlie prefirió darle espacio y camino hacia la caja donde estaba Fred hablando con una chica.

—Les esta yendo bastante bien

—¿Charlie que haces aquí?

—He venido con Lía, pero se a encontrado con su novio.

—Ya lo veo, esta bastante bien por lo que veo.

Charlie frunció el ceño y se voltio estaban a unos metros de ellos en viendo los Polvos peruanos Marcus se había acercado a decirle algo al oído causando una pequeña risa de Lía, la escena aún inocente le molestaba a Charlie estaba por acercarse a ellos a separarlos un poco, pero el brazo de Fred lo detuvo.

—Déjalos, no la he visto reír en meses, aunque no te guste que tenga novio él es el único que sabe como sacarle una sonrisa después de lo que pasó.

—¿y si le hace algo?

—No lo hará— George apareció a su lado— con Fred lo hemos amenazado de todos las formas posibles y todavía esta aquí, no la a lastimando en ningún momento, todo lo contrario.

—Tampoco nos agrada que tenga novio, pero preferimos que sea él que cualquier idiota.

Charlie asintió y se quedó ayudando a los gemelos sin despegar las vista de Lía y Marcus.

Lía Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora