CAPÍTULO (44)

188 11 0
                                    


CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO —
EL PATRONUS

Harry sabía que la intención de Hermione había sido buena, pero eso no le impidió enfadarse con ella. Había sido propietario de la mejor escoba del mundo durante unas horas y, por "culpa" de Hermione, ya no sabía si la volvería a ver. Estaba seguro de que no le ocurría nada a la Saeta de Fuego, pero ¿en qué estado se encontraría después de pasar todas las pruebas antihechizos?

Ron también estaba enfadado con Hermione. En su opinión, desmontar una Saeta de Fuego completamente nueva era un crimen.

Hermione, que seguía convencida de que había hecho lo que debía, comenzó a pasar tardes enteras en la biblioteca, con torres de libros a su alrededor. Hacía mucho que no conversaba con Harry y Ron, así que solo me tenía a mi como distracción. Pero me pidió que la dejará concentrarse, que tenía infinidad de temario que estudiar y debía de dedicarle el cien por cien de su tiempo. Intenté decirla que aquello no era sano pero no me hizo caso y acabé dejando de insistir.

A la vuelta de las vacaciones Harry y yo acordamos con el profesor Lupin dar las clases de defensa contra los dementores los jueves a las ocho de la tarde. Por eso, se me hicieron los tres días anteriores tan largos e insoportables; tenía tantas ganas que y estaba tan contenta que hasta permití que Parkinson se burlase todo lo que quisiera.

Cuando llegamos al aula de Historia de la Magia estaba a oscuras y vacía, encendí las luces con la varita mágica y al cabo de cinco minutos apareció el profesor Lupin, llevando una gran caja de embalar que puso encima de la mesa del profesor Binns.

— ¿Qué es? — preguntó Harry

— Otro boggart — dijo Lupin, quitándose la capa — He estado buscando por el castillo desde el martes y he tenido la suerte de encontrar éste escondido dentro del archivador del señor Filch. Es lo más parecido que podemos encontrar a un auténtico dementor. El boggart se convertirá en dementor cuando os vea, de forma que podréis practicar con él. Puedo guardarlo en mi despacho cuando no lo utilicemos, bajo mi mesa hay un armario que le gustará —

— De acuerdo — asentí haciendo como que no me aterraba el tener que enfrentarme a un dementor, aunque no fuera uno real

— Un patronus es una fuerza positiva. Para el que lo conjura; actúa de manera de escudo, con el dementor alimentándose de él y no del mago. Pero para que funcione, se necesita pensar en un recuerdo — se sentó sobre un baúl enfrente nuestra — En un recuerdo muy feliz, un recuerdo muy poderoso. ¿Lo podéis hacer? ¿Sí? Muy bien. ¿Quién empieza? —

— Empieza tú — me dijo Harry

— Bien. Cierra los ojos — me pidió el profesor Lupin — Concéntrate. Explora tu pasado. ¿Tienes un recuerdo? Deja que te llene — sentí como empezaba a dar vueltas a mi alrededor — Piérdete dentro de él. Y luego di el conjuro, Expecto Patronum

Intenté recordar algo alegre. Desde luego, nada de lo que me había ocurrido en casa de los Dursley serviría. Busqué el recuerdo que antes había encontrado. Pensé en el día que conocimos a Hagrid, el día de nuestro onceavo cumpleaños.

Expecto patronum — repite entre dientes — Expecto patronum —

— ¿Te estás concentrando con fuerza en el recuerdo feliz? —

— Sí... Expecto patrono, no, patronum... perdón... Expecto patronum. Expecto patronum —

De repente, como un chorro, surgió algo del extremo de la varita. Era como un gas plateado.

— ¿Lo habéis visto? — pregunté con entusiasmo — ¡Algo ha ocurrido! —

— Muy bien — sonrió Lupin — Bien, entonces... ¿estás preparada para probarlo en un dementor? —

Una Potter serpiente                                            [DRACO MALFOY]Where stories live. Discover now