CAPITULO (23)

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CAPÍTULO VEINTI-TRES —
BLUDGER LOCA

— Aúlla fuerte, Harry (eso es...), y en aquel momento, creedme, yo salté (así) tirándolo contra el suelo (así) con una mano, y logré inmovilizarle. Con la otra, le puse la varita en la garganta y, reuniendo las fuerzas que me quedaban, llevé a cabo el dificilísimo hechizo Homorphus; él emitió un gemido lastimero (venga, Harry..., más fuerte..., bien) y la piel desapareció..., los colmillos encogieron y... se convirtió en hombre. Sencillo y efectivo. Otro pueblo que me recordará siempre como el héroe que les libró de la terrorífica amenaza mensual de los hombres lobo —

Sonó el timbre y Lockhart se puso en pie.

— Deberes: componer un poema sobre mi victoria contra el hombre lobo Wagga Wagga. ¡El autor del mejor poema será premiado con un ejemplar firmado de El encantador! —

Los alumnos empezaron a salir. Harry volvió al fondo de la clase, donde le esperábamos.

— ¿Listos? —preguntó Harry

— Espera que se hayan ido todos —dijo Hermione, asustada. Hice una señal a mis amigas para que se fueran — Vale, ahora —

Se acercó a la mesa de Lockhart con un trozo de papel en la mano. Harry, Ron y yo íbamos detrás de ella.

— Esto... ¿Profesor Lockhart? — tartamudeó Hermione — Yo querría... sacar este libro de la biblioteca. Sólo para una lectura preparatoria — le entregó el trozo de papel con mano ligeramente temblorosa — Pero el problema es que está en la Sección Prohibida, así que necesito el permiso por escrito de un profesor. Estoy convencida de que este libro me ayudaría a comprender lo que explica usted en Una vuelta con los espíritus malignos sobre los venenos de efecto retardado —

—¡Ah, Una vuelta con los espíritus malignos! — dijo Lockhart, cogiendo la nota de Hermione y sonriéndole francamente — Creo que es mi favorito. ¿Te gustó? —

— ¡Sí! —dijo Hermione emocionada — ¡Qué gran idea la suya de atrapar al último con el colador del té...! —

— Bueno, estoy seguro que a nadie le parecerá mal que ayude un poco a la mejor estudiante del curso — dijo Lockhart afectuosamente, sacando una pluma de pavo real— Sí, es bonita, ¿verdad? —dijo, interpretando al revés la expresión de desagrado de Ron — Normalmente la reservo para firmar libros —

Garabateó una floreteada firma sobre el papel y se lo devolvió a Hermione.

— Así que, Harry — dijo Lockhart, mientras Hermione plegaba la nota con dedos torpes y se la metía en la bolsa —, mañana se juega el primer partido de quidditch de la temporada, ¿verdad? Gryffindor contra Slytherin, ¿no? He oído que eres un jugador fundamental. Yo también fui buscador. Me pidieron que entrara en la selección nacional, pero preferí dedicar mi vida a la erradicación de las Fuerzas Oscuras. De todas maneras, si necesitaras unas cuantas clases particulares de entrenamiento, no dudes en decírmelo. Siempre me satisface dejar algo de mi experiencia a jugadores menos dotados... —

Harry hizo un ruido indefinido con la garganta y luego salió del aula a toda prisa, detrás de Ron y Hermione.

— Es increíble —dijo ella, mientras examinaban los tres la firma en el papel — Ni siquiera ha mirado de qué libro se trataba —

— Porque es un completo imbécil — dijo Ron — Pero ¿a quién le importa? Ya tenemos lo que necesitábamos —

— Él no es un completo imbécil — chilló Hermione, mientras iban hacia la biblioteca a paso ligero

— Ya, porque ha dicho que eres la mejor estudiante del curso... —

Bajaron la voz al entrar en la envolvente quietud de la biblioteca.

Una Potter serpiente                                            [DRACO MALFOY]Where stories live. Discover now