Capítulo Veintiuno: Noche carmesí (parte uno)

21 1 0
                                    

Miraba atentamente hacia aquellos orbes fríos, llenos de una historia sangrienta. Lentamente fue retrocediendo, a medida que el conejo se iba acercando. Rubí estaba escuchando su propia respiración tratando de asimilar lo que ocurría, chocó con la pared. El conejo parecía tranquilo, sumido en un silencio que llegaba a poner los nervios de punta de la muchacha, Springtrap ladeo su cabeza.

Él no va a lastimarme, ¿verdad? Pensó ella.

Herny lo hizo, ¿qué le impide a William Afton no hacerlo también? Dijo su lógica.

—¿Qué quieres de mí?—preguntó, alzando su mentón para mirarlo mejor. La altura era una gran diferencia.

—¿Por qué aún no puedes recordar?—preguntó él, intentó estirar su mano hacia ella, pero Rubí se irguió, demostrando rechazo. —¿Acaso el Emily hizo mal las cosas?

¿Qué?

La pelirroja se apoyó mejor en la pared, mirándolo con confusión. Trató de no hacerle caso, ya que, se trataba de William Afton. Sus palabras solamente le darían cosas en vano a Rubi, no valía la pena escucharlo.

¿O sí?

—Mira... Lo que hayamos sido antes no significa que ahora seremos lo mismo, ¿comprendes?—escupió Rubí, ella misma se asombró de sus palabras. Springtrap la miraba fijamente. —No puedes aprovechar de que no recuerdo, porque aunque no lo haga del todo, sé quien eres. Y no eres un santo, William.

El conejo permanecía en silencio total, sin moverse, sin respirar. Hasta que golpeó su mano al costado de Rubí, en la pared. La pelirroja chilló, pero se mantuvo en su lugar, aterrada ante su acción.

—¡Soy el único que puede salvarte! —gritó, Rubí apretó sus puños. Springtrap la miró de forma extraña, alejando su mano de la pared. —Rubí...

Rubí al verlo distraído, se movió hacia un costado y terminó huyendo. No podía dejar de correr, quería esconderse y sentirse segura. Pero muchas puertas se habían cerrado para ella, su zona de confort, Vincent; ya no estaría para ella.

«Soy el único que puede salvarte» sus palabras fueron truenos en su mente, Rubí respiró con dificultad, señal que tenía que frenar.

Cayó al suelo cuando llegó a una esquina, adolorida. Sentía sus piernas arder, a su pecho moverse y a su corazón latir con fuerza. Escuchó los pasos detrás de ella, Rubí miró a la muchacha que también la miraba, se levantó del suelo y corrió hacia ella.

Charlie quedó algo atónita ante el abrazo de Rubí, pero al final terminó correspondiendo.

—Rubí...¿Está todo bien?—preguntó dulcemente la castaña, sintió unos cables arder. —¿Rubí?

—No—contestó, se apretó aún más en Charlie.

Ambas miraron hacia atrás, al notar una presencia mirarlas en silencio. Los ojos de la pelirroja se abrieron en grande.

Vincent.

La pelirroja se separó de Charlie, mirando atentamente hacia aquel hombre, llevaba puesto el traje de conejo, pero tenía destapada la cara. En sus manos traía una tableta, o eso creyó ver Rubí.

Él fue avanzando hacia ellas, Rubí tenía la esperanza de poder hablar con su hermano, pero su estado de ánimo deterioró cuando tan solo pasó por su costado.

Rubí no iba a llorar por él.

Five nights at freddy's

Caminaba despacio, de puntillas un poco incluso. No quería ser descubierta, y menos a estas horas nocturnas. Sus calcetines morados resaltaron en la oscuridad cuando la luz de una ventana se reflejó en ella, mejor dicho, un relámpago. Abrió la puerta lentamente, notando que estaba todo despejado. Vincent ya se había ido al departamento, a descansar. Suponía Rubí. Sus ojos se quedaron viendo la oficina.

Not mutual (Fan Fic Fnaf) Where stories live. Discover now