Capítulo Seis: No saber nada

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¿Qué ocultaba?

Rubí no podía dejar de pensar en su hermano, sus pensamientos estaban tan disparados en todas las cosas que no se había dado cuenta en donde se encontraba. Recordó al hombre, al mirarlo sus ojos brillaron ante la tenue luz que entraba por la ventana.

—¿Quién te mandó a buscarme?—preguntó, el hombre apretó el volante.

—No puedo decírtelo, pero creeme que quiere alejarte de ellos—replicó, Rubí lo miró de golpe. —Él te busca también, no podía dejar que te encontrase primero.

¿Ellos? ¿Él?

—No sé de qué estás hablando, te haz equivocado de persona—respondió, sus dedos atraparon la puerta, estaba a punto de abrirla.

—¿He encontrado otra Rubí pelirroja?—dijo con desdén, ella apretó su mandíbula.

—¡Por supuesto que sí! No soy quien buscas—afirmó, se cruzó de brazos. —No lo soy.

—Bien, si no lo eres no creo que sea de mucha molestia protegerte por el parecido, ¿o sí?—insinuó, ella no dijo nada.

Rubí lamentaba haberse metido en donde no debía, tal vez no necesitaba tanto aquel peluche. Se mantuvo en silencio todo el viaje, hasta que llegaron a una cabaña lejos de la ciudad.

Él la hizo bajarse, Rubí miró el lugar con un remobeo en su estómago.

Abrió la puerta, mostrándole lo acogedora que podía ser. Ella no podía entender lo que quería, pero parecía insinuar que se quedaría aquí.

Se sentó en una cama, la cual quedaba junto a una ventana. Se podía escuchar el sonido del viento golpear el vidrio, cosa que la hacía asustar de momentos.

Las ramas hacían sombras extrañas sobre el suelo, Rubí miró al hombre.

—Era la cabaña de verano de los Emily, ¿bonita, verdad?—comunicó, Rubí arrugó su nariz.

—No.

Él sonrió un poco, le había causado diversión su comentario. Se fue hacia la puerta, acomodando algunas maderas salidas. El frío empezó a entrar.

—Traeré algunas maderas para la chimenea, no salgas—le mencionó, saliendo del lugar.

Rubí lo miró desde la ventana, viendo como se adentraba al bosque. Ella caminó rápidamente hacia la puerta, su chillido fue insoportable, pero lo aguantó.

Corrió por el aire fresco, sostenía su oso con adrenalina. La nieve se había mezclado con su cabello, mientras hacían relucir sus ojos esmeraldas. Escuchó al hombre gritar su nombre con desesperación, pero ella no dejó de correr.

Incluso lo hizo más rápido.

Sus manos se movían de atrás hacia adelante, con movimientos bruscos. Sus rodillas empezaron a pedirle que dejara de correr, pero su mente no se lo dejaba.

Notó unas luces atrás de ella, sabía que la seguía con el coche.

Ella cayó al suelo, hundiendo sus uñas entre la nieve. Intentó levantarse, pero escuchó los pasos

Miró de reojo hacia atrás, apretó lo que había en su mano mirándolo acercarse. —No voy a lastimarte, por favor. Vuelve.

Rubí entrecerró sus ojos, al pararse le tiró en la cara el montón de nieve.

Eso distrajo al hombre, dándole tiempo de agarrar su peluche nuevamente y seguir corriendo.

Se adentró hacia la ciudad, en donde el coche del hombre se entrevero con otros. Eso no la tranquilizó. Se sentía en la mira, todo el tiempo. Intentó ir hacia el edificio, pero recordó que ambos habían salido hacia el restaurante.

Mientras caminaba, veía de reojo como el coche la seguía lentamente, Rubí apretó el peluche.

—Ya déjame... —dijo en voz alta, cerrando sus ojos mientras deseaba que se fuera.

Quería llamar a Vincent, pero algo le decía que no lo hiciera.

Se adentró al restaurante, una vez cuando llegó. Se metió a escabullirse entre la multitud de personas, pero al mirar hacia atrás veía como aquel hombre intentaba seguirle el paso.

Rubí frenó una vez que vio al escenario, allí estaba Glamrock Freddy, junto a su banda. Sintió unas manos en sus hombros, las cuales la hicieron ver hacia atrás.

—No hagas ningún movimiento brusco... —le susurró el hombre.

Notó los pares de ojos artificiales sobre ellos, el rostro de Rubí se puso pálido.

Lentamente la hizo moverse, hacia atrás. Glamrock Freddy parecía atento a sus movimientos, mientras se concentraba en su show. El hombre la llevó hacia otra sección.

—¡¿En serio no valoras tu vida?!—le gritó, ella retrocedió. —¡Sólo te protegía! ¡Y mira ahora! Tú misma te haz metido en donde no debías de escapar.

—¿Qué..?

—Ya no importa, necesito encontrarlo. Tendrás que seguirme—dijo, Rubí lo miró con los ojos cristalizados.

—¡No entiendo qué sucede! ¿Por qué todo el mundo actúa tan extraño?—chilló.

Él suavizó su mirada.

—Vincent busca a la misma persona que buscan otros, pero en este caso yo te he encontrado primero—soltó, Rubí trago saliva.

—¿Qué tiene que ver él todo esto?—preguntó, ella recordó a la mujer. —Es ella...¿Verdad? Se trata de ella, ¡yo no soy ella!

—¡Rubí, abre tus ojos!—él apretó sus hombros, haciéndolo mirar. —Lo que importa es salir de aquí, ¿me dejarás ayudarte?

Ella miró hacia la luz parpadeante del pasillo.

—Te voy a demostrar que yo no soy ella—le indicó, el hombre la miró en silencio. —La voy a encontrar.

Not mutual (Fan Fic Fnaf) Où les histoires vivent. Découvrez maintenant