¿Encontré El Amor?

CAPÍTULO 28

Llegaron las mucamas con los dos perros y Tormenta se fue inmediatamente a besar a su papá. Lo habían extrañado demasiado. Pero comenzó a llorar y a arrastrar del pantalón a Nunew para que fuera a dónde estaba Tiburón…

—No se ha querido mover de su lado —dijo la mucama.

—Bien, llevenlo a la oficina de papá. —Dijo Gulf.

La oficina o despacho de Max, estaba acondicionada con todos los instrumentos de una veterinaria. Más que oficina parecía un consultorio.

Comenzaron a revisar a Tiburón y en eso oyeron que tocaban el timbre de la mansión. Las mucamas se retiran a abrir la puerta y era el papá de Nunew. Éste le había hablado a Zee para saber cómo seguía su hijo y Zee le mencionó que ya estaban de regreso, que estaban en la mansión y como su casa estaba cerca se dispuso a ir a ver a su hijo.

Pero lo que no se esperaba era ver llorar nuevamente a su hijo. 

—¿Qué pasa? —preguntó angustiado.

—Tiburón está enfermo —contestó Zee —ahorita están revisándolo Gulf y Mild para saber qué tiene.

Gulf y Mild salen de la oficina y les comentan que Tiburón, al parecer, tiene una falla renal. Inmediatamente se dirigieron a la clínica para hacerles análisis de sangre, orina y una ecografía.

Ya estando en la clínica, Mild y Gulf se llevaron a Tiburón para hacer los análisis correspondientes. Tormenta se fue con ellos, curiosamente no quiso atacar al padre de Nunew y se llevó de maravilla con Zee. 

Después de unas dos horas, salieron Mild y Gulf y los llevaron al consultorio, para explicarles la situación.

—Lamentablemente, nuestras sospechas fueron certeras y Tiburón tiene falla renal aguda —dice Gulf.

Nunew cae al suelo sin poder creer que su bebé esté en esa situación. El padre de Nunew no sabía qué hacer para que su hijo no estuviera así. 

"Todo estará bien, bebé. Tu, solo sé fuerte por mi y por tu hermano. Yo te estaré cuidando siempre. Tranquilo, todo estará bien". 

Recordó las últimas palabras de su madre. Y pensó: "Esas palabras me ayudaron, ¿ayudarán a mi hijo? No pierdo nada con intentarlo, ¿verdad?

—¿Por qué me pasan tantas cosas malas? ¿Qué mal he hecho para que me toque sufrir de esta manera? ¿Qué culpa tenía mi bebé para que a él le toque mi desgracia? —gritaba y lloraba Nunew, ni siquiera dejó hablar a Artur —¿es porque soy una abominación de la naturaleza?

—Cariño, no pienses así —dijo Zee algo molesto pero con ternura.

—Sí, bien me lo decía mi abuelo, que a la gente como yo, siempre le pasan cosas malas.

¿Su abuelo? Pensó Artur. ¿Cómo era posible que su padre supiera de la condición de Nunew, si se lo ocultó muy bien?, o eso creyó él.

—¿Tu abuelo? 

—Sí, papá, él me dijo que a los donceles solo les puede pasar cosas malas y ahora lo estoy creyendo.

No, su hijo no podía pensar así, quiso protegerlo y lo dañó terriblemente. Ahora más que nunca quería tener a su padre para matarlo pero antes hacer que se retracte de esas palabras.

—¿Entonces yo también tengo que sufrir?, —preguntó Gulf —soy como tú, dime, Nunew, ¿merezco sufrir?

—No, tú eres un ser de luz que ilumina todo a su paso, tú no mereces sufrir.

—¿¡Y por qué tú sí!? Para mí también eres un ser de luz, Zee y Mild no me dejarán mentir, —Zee quién ya estaba abrazando a Nunew asintió, al igual que Mild, a las palabras dichas por Gulf —eres una persona que siempre se preocupa por los demás, antes que por ti mismo. ¿Por qué tendría que ser diferente?