CAPÍTULO 9

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🌻☀️

Quince días atrás...

Max se encontraba en la suite del hotel de Chiang Mai, dentro de su habitación. Revisando los libros de contabilidad, contratos, recibos y demás documentos para poder encontrar más pruebas del fraude que hizo el director de la veterinaria de ese circuito. Estaba muy concentrado en ello cuando oye que tocan la puerta, ya se imaginaba quién era. Se quita los lentes y se va a abrir la puerta. Y ahí estaba su bebé con cara de cachorro queriendo mimos. Adoraba qué a pesar de pasar de los veinticinco años, cuando se acercaba a él parecía su bebé de cinco años queriendo una chocolatada.

—¿Qué pasó bebé, estás bien? —Gulf hace un hermoso puchero y a la vez está enojado.

—Papá, ya es tarde, deja de trabajar y descansa —Max sabía que ese "deja de trabajar y descansa" era: quiero atención de calidad de parte de papá

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—Papá, ya es tarde, deja de trabajar y descansa —Max sabía que ese "deja de trabajar y descansa" era: quiero atención de calidad de parte de papá.

—Ven mimor, acuéstate en la cama, ¿quieres que te lea un cuento? —se burla Max.

—¡Papá! ya no tengo cinco años ¿sabes?, sin embargo, ¿papá, puedo hablar contigo? —dijo con la punta de los dedos índices chocando uno contra otro, Max se imaginaba cuando hacía una travesura y estaba confesando su culpabilidad.

—Para tí siempre estoy disponible mimor, ven siéntate —lo llevó al sillón a los pies de la cama. Se sentaron uno al lado del otro y Max tomó sus manos, sabía que iba a pedirle consejo sobre algo serio y no era momento de burlas ni bullying, era momento de escuchar y comprender, entender a su hijo y guiarlo de la mejor manera —dime ¿qué pasa mimor?.

—¿Sabes, papá? estoy muy confundido y preocupado —Max asiente y deja que su hijo continúe —dime ¿está mal que desee estar otra vez con Mew?, papá, día y noche estoy pensando en él. El que me llame o haga videollamada, no me quita el deseo de verlo cara a cara y poder tocarlo y besarlo. ¿Acaso estoy mal? Nunca había tenido tal sentimiento por alguien, ni siquiera con mis amigos cuando no los veía en mucho tiempo. ¿Qué me está pasando papá?

—¡Vaya!, son muchas preguntas —se rascó la cabeza y sonrió a su hijo —perdóname si te contesto con otra pregunta, pero... ¿tú crees que estás mal?

—No papá, ese es el problema o ¿no?, quiero nuevamente estar con Mew, y no siento que sea algo malo.

—Ahí está tu repuesta bebé. Todo lo que hagas —si quieres entregarte nuevamente a Mew— es decisión tuya mimor, de nadie más. Deja de lado esos estereotipos o "reglas" de que las relaciones sólo son en el matrimonio. Son muy respetables los pensamientos de cada persona y nunca se les debe juzgar, pero si tú deseas hacerlo, te digo, es decisión tuya y ni yo qué soy tu padre, tengo el derecho de decirte qué hacer y qué no hacer. Yo te voy a dar el consejo para que elijas lo correcto pero ya depende de ti seguirlo o no. Por ejemplo: te daré el consejo de que te cuides para que no tengas una enfermedad o un bebé no deseado, pero es tu decisión al fin y al cabo seguirlo o no, tu vas a lidiar con las consecuencias de tus errores o de tus aciertos. A mí sólo me queda apoyarte siempre, mimor. Porque para eso soy tu padre, no para juzgarte u obligarte a ser alguien que no eres, sino para aconsejarte, apoyarte, consolarte o felicitarte por tus logros —Gulf comenzó a llorar.

¿Encontré El Amor? Where stories live. Discover now