Desperté en una cama cutre, en el gimnasio en el que dormía Diego. A mi lado se oían las voces masculinas de dos idiotas que reconocí en seguida.
- ¿O sea que eres un sicario? - preguntó Luther a Cinco, incrédulo.
- Sí.
Chasqueé la lengua y me incorporé.
- Egocéntrico. - mi hermano mayor me miró amenazante. - Sigo superándote con los ojos cerrados.
- ¿De que hablas, T/n? - quiso saber Luther.
- Ella también trabajó para la Comisión. - admitió Cinco rodando los ojos.
- ¡Venga ya! ¡¿Tú también eres asesina?!
- La mejor de todos. - respondí con expresión orgullosa.
De repente, Diego entró por la puerta visiblemente alterado. Quiso abalanzarse contra Cinco mientras gritaba, pero el Número Uno se lo impidió.
- ¡Por tu culpa esos idiotas han matado a mi amiga! - escupió Diego con rabia contenida. Le leí la mente.
- Patch... - bajé la mirada mientras Diego notaba mi presencia. - Hazel y Cha-Chá...
Cinco pidió perdón falsamente. Se ganó a pulso tres miradas asesinas.
- Iré a matarles.
- Han matado personas más peligrosas que tú, Diego. - dijo Cinco tratando de detenerle.
- ¡Eso ya lo veremos! - salió corriendo y dio un portazo.
Suspiré. Volví de nuevo a mi forma adulta. Ahora que estaba sobria recuperaba el control de mis poderes.
- Iré a buscar a Klaus. - me levanté y me fui de allí sin dar más explicaciones.
Mi bendita intuición me decía que regresara a la Academia, así que eso hice.
Allí, tras un rastro de sangre, se encontraba mi hermano desaparecido.
- ¿Klaus? - pronuncié con lágrimas en los ojos.
Había leído su mente. Mierda.
- T/n, hermanita. Eres tú. Estás aquí...
Le abracé y acaricié su pelo recién lavado.
- Esa ducha te ha sentado bien. - sonreí débilmente.
- ¿Sabes que me ha pasado, verdad?
- Yo también he viajado en el tiempo varias veces. - dije a modo de respuesta.
Me senté a un lado y apoyé mi cabeza en su hombro.
- Quiero que me lo cuentes todo sobre él. - susurré hablando sobre Dave.
- Era especial. - derramó una lágrima que cayó sobre mi pelo. - Me tiene calado hasta los mismísimos huesos.
- Me habría encantado conocerle. - cerré los ojos.
- Lo sé. - cerró los ojos igual. - Alguna vez le hablé de ti.
Siguió contándome cosas sobre el chico del que se había enamorado en la guerra, de sus vivencias, de su muerte y de como se sentía. No interrumpí a Klaus, pues yo era la única persona aparte de Ben en quien confiaba suficiente para hablar tan tendidamente sobre el tema.
- Un trauma más para la colección. - dijo finalmente con una carcajada fingida.
- Créeme. Volverás a verle.
Cinco apareció por la puerta preguntándole a Klaus por el maletín. Luego le echó la bronca por haberlo destruido.
- ¡Vete de una vez, Cinco! - grité. Se fue... pero me arrastró con él. - ¿Qué crees que haces?
- Tú y yo tenemos cosas pendientes.
Resonó un pensamiento de Klaus en mi cabeza: ''aún me acuerdo de cuando esos dos tenían algo'' .
Su cara fue todo un poema cuando Cinco me cogió por las caderas y me besó.
- ¿Duh? - emití como idiota sin asimilar lo que acababa de pasar.
- Vamos a por otro maletín, Luther nos espera.
Dicho esto, bajamos las escaleras y nos reencontramos con King Kong. Empezamos a pensar soluciones.
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Número Ocho. || [ᴄɪɴᴄᴏ ʏ ᴛᴜ́] ♥︎
FanfictionCinco es el miembro más amargo de la familia Hargreeves. Sus hermanos adoptivos suelen bromear con que su corazón es de piedra, o con que dudan de la existencia de este. Sin embargo, la llegada de un nuevo miembro ha despertado una serie de sensacio...