POV Cinco 🌟 (CAP.35)

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Podría decir que se me subió el café a la cabeza, o quizás admitir que estar cerca de Klaus me acabó afectando... pero la verdad es que ahí había un deseo contenido durante meses.

- ¿Y si resulta que el piano nos está espiando? - preguntó T/n con ese tono bromista que me ponía a mil.

Ella... ella era diferente. No diré que me enamoré a primera vista, aunque cuando la conocí noté una conexión. Un día incluso fui a la biblioteca para buscar libros sobre el amor, una cosa que no me había importado en absoluto en ningún momento de mi vida, pero que en cuanto empecé a conocer mejor a número ocho... ufff. Sus gestos, su risa escandalosa, su forma de animar a los demás y sobretodo su amor por el café, me conquistaron. Me odié a mi mismo por no ser capaz de comportarme frío con ella, tal como hacía con el resto de mis hermanos. Traté mis sentimientos como si fueran una enfermedad, aún sabiendo que enamorarse es innegable.

Mientras tocábamos el piano y cantábamos un dueto, supe que era Ella. Me miraba mientras entonaba una nota con su dulce voz y yo me sonrojaba. Me gustaba verla feliz, y saber que estar conmigo le causaba esa felicidad me llenaba por dentro.

Estaba seguro de que ambos acabaríamos sucumbiendo a la tentación y ya me había hartado de esperar. Acerqué más mi cuerpo al suyo y la miré sintiendo que era el momento perfecto.

- En ese caso le encantará grabar esto. - acaricié su mejilla y ella quedó perpleja. Creo que sabía lo que iba a pasar, pero no tenía idea de que hacer.

Tras un par de segundos acorté la distancia que separaba nuestros rostros y marqué mi boca en la suya. T/n me correspondió casi al instante. Nos fundimos en un beso apasionado y lento que provocó mil sensaciones en mí.

- Vaya regalo de cumpleaños. - habló ella después de separarnos por falta de aire. Una sonrisa permanecía en su rostro y soltó una leve carcajada. - Cinco... tus labios saben a café.

Reí pensando en lo bien que se había sentido. - ¿Es un piropo?

- Supongo que sí. 

Nos miramos intensamente.

- ¿Qué dirán de dos Hargreeves enamorados? - preguntó T/n verbalizando mi mayor duda.

- Nada, porque nadie nunca se enterará. - respondí decidido. Mi hermana sonrió cómplice.

- De acuerdo, ¿así que vamos de rebeldes?

Reímos y volvimos a quedarnos en silencio mirándonos. Como si alguien hubiera accionado un botón, los dos nos lanzamos rápidamente de nuevo a por un segundo beso, que esta vez vino con lengua incluida. Sonará asqueroso, pero en ese momento mi ser no podía estar mejor.

Nos teletransporté enfrente de las puertas de nuestras habitaciones, ya que estas están al lado. Su lengua recorrió mi boca y ambos nos separamos finalmente satisfechos. No sé porque me dio la sensación de que T/n tenía experiencia dando besos.

- Mañana trabajaremos en el ''proyecto''. - dijo mi amada haciendo comitas con los dedos y luego entrando en su cuarto. Cuando cerró la puerta dejé ir un suspiro de alivio, todo había salido mejor de lo que pensaba. 

Entre en mi habitación y me tiré en la cama. En poco tiempo me quedé dormido y soñé, como no, con T/n y sus besos.

Número Ocho. || [ᴄɪɴᴄᴏ ʏ ᴛᴜ́] ♥︎Where stories live. Discover now