- Contrarreloj -

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Ya habían pasado varias semanas desde que llegué a Dallas por culpa de Cinco. Avanzaba poco en mi investigación sobre la alteración de la telekinesis en el viaje en el tiempo y me sentía frustrada. Además, sin que Jopper ni nadie supiera, mis poderes se iban sintiendo un poco más débiles cada día que pasaba en una línea temporal que no era la mía.

- Aghhh, ¡¡ya lo estaba logrando!! - grité enfurecida, pegando una patada al cuaderno, que voló al otro lado de mi habitación.

Chillé, levité rabiosa y repartí golpes a todo en el cuarto. También golpeé la pared, haciendo un buen agujero y dejándome los nudillos enrojecidos. 

- Mierda, Jopper me va a matar. - dije tratando de arreglarlo. Lo tapé con un cuadro justo a tiempo de que el sheriff y su esposa entraran por la puerta.

- ¿Qué te he dicho de ponerte a gritar...? 

- ¿Te encuentras bien, cariño? - preguntó Liss acercándose y examinándome para luego darme un pequeño abrazo.

- Estoy bien. Es solo que... - suspiré y me senté en la cama. - Da igual.

Se sentaron cada uno a un lado mío y sonrieron. 

- Ya hace un mes que no veo a mis hermanos. - dije con voz temblorosa. - Les echo de menos.

- No te preocupes, pronto les verás. - aseguró Jopper en tono tranquilizador.

- Deberías distraerte un poco. - Liss me ofreció una galleta que tenía en la mano. - De hecho, ¡vas a llegar tarde al trabajo! 

- Ay no!! - salí corriendo de la casa hacia el bar.

Llegué justo a mi hora y me crucé con Cam, la camarera que se había hecho mi amiga en poco tiempo.

- ¡Hola Lucy! Te estaba buscando, ten. - me entregó un vestido y fui a cambiarme mientras los músicos se preparaban.

- Lista. - dije subiendo ya al escenario.

Cam me deseó buena suerte y cogí el micrófono. La gente comía alegre mientras me miraban con expresión de admiración. Empecé a cantar...

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Horas más tarde, Jopper y yo salíamos de la comisaría.

- Yo solo digo que tengas cuidado. Solo has capturado al líder, el resto de su banda podría venir a cobrar venganza en cualquier momento.

- Tranquiiiiiila T/n, exageras. 

- No lo hago. - fruncí el ceño y le lancé a mi amigo una mirada furiosa.

La policía acababa de atrapar a un par de delincuentes, pero el resto de sus compinches habían escapado. Yo tenía miedo de que vinieran y atacaran a Jopper por puro rencor.

- Soy el sheriff, pequeña. Puedo cuidarme solo. Pero gracias igualmente.

Me revolvió el pelo y rió bajo mi expresión de fastidio.

Número Ocho. || [ᴄɪɴᴄᴏ ʏ ᴛᴜ́] ♥︎Where stories live. Discover now