Número Ocho. || [ᴄɪɴᴄᴏ ʏ ᴛᴜ́] ♥︎

12. Consejos sobre las estrellas

—Buenas noches padre. 

Todos los niños subieron al piso superior y cada uno se dirigió a su habitación. Menos dos de ellos...

—¿Lista?

—Sí, Diego, pero todavía no me has dicho qué vamos a hacer. 

El latino soltó una risa.

—Es una sorpresa. 

—¡Pero-!

—Shh. — Diego acercó su cuerpo al de T/n y cubrió su boca con una mano. Habló en un susurro. — No puedes hacer tanto ruido, ¿vale?

Ella se cohibió ante el tacto. Estaban cerca... muy cerca... 

Todo estaba oscuro, pero se podían apreciar las mejillas sonrojadas de los dos chicos.

—Diego.

—Sí. 

El Número Dos giró el cuerpo de la oji__ y tapó sus ojos con sus manos. Ella sonrió.

—Descuida, te va a gustar. 

La guió a ciegas hasta llegar a la azotea. T/n llevaba puesta la sudadera de Klaus, pero aún así pudo sentir una ligera corriente de aire frío correr.

—Vamos. — suplicó la chica con impaciencia. — Ya, ¡déjame abrir los ojos!

—Un momento. — Diego quedó frente a ella. Sonrió al verla de aquella manera. — Ya puedes mirar.

T/n abrió los ojos, quedando sorprendida. La noche era oscura, y el cielo sobre ellos estaba lleno de diminutas estrellas brillantes. 

Dió un respingo de asombro y se cubrió la boca. Sus ojos se humedecieron rápidamente. 

—¿Y bien? — Diego sonrió.

T/n volteó a verle con una sonrisa tanto en los labios como en los ojos.

—Es precioso. — pronunció con un leve temblor de voz. — Es muy bonito. 

El chico sonrió. —No llores. 

T/n negó con la cabeza. Las lágrimas todavía no salían. Diego tomó la mano de Ocho con delicadeza. La llevó más cerca del filo y se tumbaron en el suelo.

Quedaron en silencio por unos cinco minutos, hasta que empezaron a hablar. El ambiente era muy cómodo, y el cielo solo lo hacía un escenario todavía más bonito.

—Gracias por esto, Diego. Las estrellas son preciosas.

—No tanto como tú, T/n. Eres la más bonita de todas. — las palabras escaparon de los labios del chico involuntariamente, casi como un susurro, pero que fue alcanzado a oír por su hermana.