capítulo treinta y uno

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Pasamos el segundo día en mi casa sin hacer nada, quizá ver alguna que otra película, conversar y dormir pero ya al tercero ambos tuvimos que levantarnos a trabajar. Él debía reunirse con el equipo de la película para empezar a conversar no sé qué sobre los ensayos y yo ir a la agencia.

Nos levantamos temprano y tomamos una ducha juntos, aquello de la primera noche no se volvió a repetir como cuando llegó aunque ambos teníamos más confianza en tocarnos y poner nuestras manos bajo la ropa sin segundas intenciones.

Después de que ambos termináramos, nos iríamos a casa de Jeff a pasar el resto de la tarde. Me ponía nerviosa, era conocer a gente cercana a él a pesar de ya haberlos visto y conversado con ellos antes, esto se sentía más íntimo.

Guardé mi laptop y mi equipo en el asiento de atrás del coche. Tenía que dejar a Harry en la casa que alquilaba para tomar su propio vehículo, en el camino íbamos cantando despacio las canciones de la radio que de repente eran interrumpidas por noticias de lo que pasaba en la ciudad. Preferíamos informarnos a estar escuchando las típicas estaciones donde chismeaban sobre las celebridades, a mi compañero no le gustaba nada eso, menos si se trataba de él.

Me despedí con un beso que se prolongó unos minutos, prometió que nos veríamos en Malibú alrededor de las doce del medio día. Le deseé éxito y que no se pusiera nervioso por esta nueva etapa en su vida.

Saludé a todos en la oficina, aún no llegaban los modelos, solían llegar un poco más tarde e incluso una o dos veces tuve que encargarme de unas chicas que perdieron el transporte. Pronto eso cambiaría ya que estábamos moviendo cabos para conseguir una furgoneta que pasara por la mayor cantidad de personas posibles.

Eran más chicas que chicos los que estaban participando en este proyecto, de igual manera me alegraba de que fuera de diversos sexos, ya que los hombres a esa edad suelen preferir los deportes u otras cosas. Teníamos pocas piezas de ropa para prestar en las sesiones, por lo cual, pedíamos que intentaran venir con sus mejores outfits y llegaban a sorprendernos. Igual se esforzaban por tener ropa que les gustara, veía a varios con potencial de avanzar en esto.

Ayudé con el maquillaje, teníamos poco personal y recursos aún por lo que con los que ya estábamos dentro, intentábamos apoyar las diferentes etapas de preparación. No era una experta en maquillaje pero si tomé cursos en varias áreas para fortalecerme como fotógrafa, mi prioridad siempre es plasmar mi visión en las imágenes, adaptarme al sistema de las revistas me hizo dejar ir mis visiones en varias ocasiones pero aquí, en este momento, era más libre de lo que fui en Vogue o en Nueva York.

Las niñas estaban felices, las más pequeñas nos hacían reír –de ternura, algo inexplicable– por la chispa que poseían. Es normal que a esa edad saquen todo lo que tienen, pasando sus piernas por el frente de la otra, doblando sus caderas más de lo normal. Rocio, encargada de las lecciones de pasarela, intentaba explicarles cómo se caminaba y posar al estar al frente pero fallaba ya que perdían la concentración fácilmente y lo veían como un juego, en cambio, las mayores, entre quince y diecisiete años lo hacían lo mejor posible imitando el actuar de mi compañera.

No tuve mucho que hacer hoy más que fingir que tomaba las fotografías, es decir, era parte del proceso, ya que los ensayos donde les enseñábamos cosas nuevas, simulábamos que era una pasarela real. Quise capturarlas pero faltaba mucho, iban a mejorar y realizaríamos una presentación real frente a gente en los centros comerciales donde las mismas tiendas, más de retail que cualquier cosa, nos contactaban para que mostráramos sus prendas. Se empezaba desde abajo y deseaba de todo corazón, que si alguno de nuestros alumnos le gustaba el modelaje, siguiera, por más que costara y que no cayeran en los malos pasos que atraía eso.

— ¡Señorita Kay! —Una niña de doce se acercó a mi mientras guardaba mi computadora.

— ¿Dime, cariño? —Acaricié su cabeza, se mofó ante mi acto.

Alive H.S. ©Where stories live. Discover now