Betrayed || Draco Malfoy

~049~

Julio se me pasó volando.

La verdad es que podía resumirlo facilmente.

Visitamos Croacia por nueve días, pasamos casi una semana en la mansión Malfoy. Hemos pasado las tardes en la piscina junto a Scorp, las mañanas terminando de elaborar mi poción y las noches las pasaba con Draco.

Y sin darme cuenta hoy era mi cumpleaños.

A medio día visitaríamos Londres y después, regresaríamos para arreglarnos y hacer una pequeña fiesta en el jardín de la mansión.

Scorpius se encontraba en nuestra cama. Jugaba con Draco.

Pero sabía que si nos quedabamos por mucho rato ahí, después no podríamos visitar Londres en condiciones, puesto que nuestra idea era quedarnos a comer.

Así que me levanté de la cama dispuesta a arreglarme.

-Donde te crees que vas?-me preguntó Draco dejando de jugar con Scorpius por un momento

-Debemos arreglarnos-respondí- O se nos hará tarde

-Esta bien-respondió- pero antes dejanos darte uno de tus regalos

-De acuerdo-sonreí para volver a sentarme en la cama

Scorpius se quedó conmigo en la cama, para tirarse a mis brazos mientras esperaba a que Draco regresara.

Había salido de la habitación y para después regresar a los cinco minutos con una bolsa de Dolce & Gabbana, sancandome una sonrisa de ilusión nada más verla.

Draco conocía mis gustos a la perfección.

Él dejó la bolsa delante mio y habló.

-Alguien que conoces muy bien me ha ayudado a elegirlo

-Yo mami!-sonrió Scorpius

-Entonces debe de ser bonito-sonreí

Finalmente agarré la bolsa y saqué la caja donde se encontraba mi regalo.

Quité el lazo que la agarraba y saqué la tapa de la caja, para encontrar papel de seda.

Quité el papel y por un momento juré que gritaría.

Era un vestido corto azul turquesa, con pequeñas flores rojas y blancas. Era pegado al cuerpo y este terminaba a la mitad de mis muslos. La parte del pecho era de escote corazón lo cual iba a remarcar mi pecho y además los tirantes iban a los lados.

-Lo estrenarás esta noche-aclaró Draco

-Me encanta-sonreí- os quiero mucho

-Y nosotros a ti-respondió Draco no sin antes dejar un beso en mis labios

Dicho eso, empezamos a arreglarnos para después ir a desayunar.

Tras eso, finalmente pudimos poner rumbo a Londres junto a mi hermano y Ginny.

Pasamos la mañana en el centro de la ciudad y comimos en un restaurante donde Draco había hecho una reserva para hoy.

Después de comer decidimos regresar a la mansión para darnos un baño en la piscina antes de que empezaran a llegar nuestros invitados a las 8.

Llegamos a la mansión cerca de las cuatro de la tarde, Scorpius había dormido todo el viaje de vuelta, así que cuando salió del coche iba lleno de energía.

Draco y él se bañaron, mientras que yo decidí tumbarme en una tumbona y broncearme un poco.

La verdad es que como los otros veranos, a estas alturas ya estaba morena, puesto que almenos una hora al día intentaba quedarme en el jardín para recibir un poco de sol y gracias a eso ya notaba los resultados.