Bloody love - Sahyo G!P

20

—¡Sana! -Jihyo se arrodilló al lado de la rubia, desesperada- cariño.. -comenzó a sollozar, sus manos se movían dudosas, no sabía qué hacer- no, por favor.. -la japonesa soltaba pequeños temblores, mirando a la nada, su mejilla estaba contra el suelo, sintiendo su sangre salir por su boca en pequeños charcos, tosiendo.

La bala había perforado su tórax, pasando muy cerca del corazón.

Jihyo escuchó los pasos de la pelinegra y giró a verla, Sieun estaba acercándose a ella. A pesar de tener miedo, ella se puso de pie, colocándose delante de Sana para impedir que se acercara, Sieun detuvo sus pasos, observando a la castaña quien estiraba sus brazos a sus lados, manteniéndose serena mientras sus lágrimas caían.

—No voy a permitir que te acerques -pronunció segura en sus palabras- tendrás que matarme primero.

—¡Esto no tiene que ver contigo! ¡¿Por qué no lo entiendes?! -gritó con impaciencia.

—Ella es parte de mí -respondió- y ustedes tampoco lo entienden -tragó saliva, tranquilizándose- así que si quieren vengarse de ella.. -hizo una pausa, sintiendo el miedo recorrer su cuerpo- Mátenme a mí, así ella sufrirá lo que ustedes sufrieron -su cuerpo tembló por los nervios- pero por favor.. -sollozó- no dejen que ella muera, por favor.

El silencio se apoderó del lugar, creciendo la tensión entre ellas, Sieun miraba fijamente a Jihyo, buscando alguna respuesta coherente a que alguien quiera tomar esa decisión tan drástica, querer dar la vida por alguien mas, era algo tan estúpido.

¿Era amor? ¿O era una locura?

Observó dudosa a la rubia que seguía en suelo, desangrándose, y miró los ojos suplicantes de la castaña, sus labios murmuraban un "por favor" dejando caer más lágrimas.

Quizá se arrepienta después, pero sería un trato justo, hacer que Sana pase por lo mismo, sería el mismo karma haciendo su trabajo.

—Es un trato -levantó el arma y apuntó a ella, Jihyo cerró los ojos con temor- lo siento.

Sana no podía moverse, pero escuchó el disparo, su corazón se alteró cuando sintió algo caer a sus pies y segundos después vio la mano Jihyo cayendo al nivel de su cintura, quedándose quieta.

Quedó perpleja unos segundos, sus ojos comenzaron a humedecerse, su cuerpo comenzó a temblar y su desesperación dominó su cuerpo, acelerando su corazón a cada segundo, su garganta ahogaba un grito, queriendo pronunciar su nombre, comenzó a llorar mientras se negaba a creerlo, usó sus fuerzas para llevar casi a rastras su mano hasta la de la castaña, tocándolo entre temblores, sujetándolo y entrelazando sus dedos, sacudiéndolos para recibir algún tipo de respuesta, pero no había nada.

—Jihyo.. -logró pronunciar- Jihyo.. -sollozaba- Jihyo responde.. por favor -fue casi inaudible.

Sana fue tomada de los hombros, siendo girada para quedar de frente, Sieun estaba allí, comenzando a prepararla para cargarla. La cabeza de Sana estaba de lado, logrando ver finalmente a Jihyo, quien estaba tendida en el suelo, las lágrimas de la rubia aumentaron.

Sieun cargó a Sana en brazos y cuando se puso de pie, logró ver a Lisa quien caminaba apoyada a la pared, sujetándose la cabeza. La más alta quedó perpleja cuando vio la terrible escena.

—Qué.. ¿Qué diablos hiciste? -preguntó con temor.

—Ayúdame a llevar a Sana al hospital -pidió de inmediato, caminando a la salida.

—¿Qué?

—¡Ayúdame ahora, Lisa! ¡Hice un trato con ella! ¡Es justo lo que se merece!

Lisa, desconcertada y sin saber qué hacer o decir, se dirigió a ella sin dejar de ver el cuerpo de Jihyo y el de Sana.

—Vámonos.. -Sieun salió primero cuando Lisa abrió la puerta torpemente, nerviosa.

***

La canción que sonaba en el auto terminaba justo a tiempo para Jennie, quien estacionaba el auto frente al internado. Apagó la radio y se quitó el cinturón de seguridad, bajando del auto. Metió sus manos en los bolsillos de su abrigo y subió las escaleras para detenerse en la puerta, buscaba la llave pero notó algo extraño, ésta ya estaba abierta.

Le pareció extraño y abrió la puerta lentamente, asomando solo la cabeza, extrañada.

—¿Lisa? -llamó- amor.. -entró un poco más y su cuerpo reaccionó retrocediendo al instante al ver un cuerpo desangrándose en la mitad del pasillo, quedando en shock, asustada.

Nerviosa, quiso salir para llamar a la policía pero se detuvo cuando reconoció quién era, rápidamente dejó su miedo y corrió a ella, preocupada.

—¡Jihyo! -llevó sus manos a su boca de la sorpresa, la castaña parecía haber sido disparada en su pecho, la sangre provenía de allí.

Se arrodilló y llevó sus dedos a su muñeca, verificando su pulso, Jennie quedó sorprendida.

—Está viva..