El Oasis (Gaara x OC)

Duelo

Tsunade bebió un largo sorbo de té verde antes de tomar el último papel que esperaba en su escritorio. La hoja marrón era una solicitud de escolta para una familia de comerciantes, lo que no debía significar problema alguno. La mayoría de los ninjas estaban ya en misiones y algunos pocos habían vuelto recientemente y necesitaban descansar. Tsunade volvió a leer la hoja, con más atención. El grupo de vendedores provenía de la Tierra de las Verduras. Pensó en los tres jóvenes ninja de esa zona que ahora estaban en Konoha, pero los descartó. Kazuo se había ido tras Rock Lee y Gai, Genki estaba con Kurenai y, por último, Aiko acompañaba a Sakura a buscar plantas medicinales para el hospital de la aldea. Que Sakura se convirtiera en una ninja médico tan buena o mejor que ella requería que se enfrascara únicamente en sus estudios, por lo que prefirió no llamar a Aiko y permitir que la joven siguiera enseñándole a su pupila los secretos de las plantas de Konoha. Por ello, llamó a Chouji, Hinata y Naruto.

Los tres jóvenes de las Verduras no tuvieron forma de enterarse, enfrascados cada uno en sus tareas, en que su país de origen corría grave peligro y que sus familias estaban en medio de la guerra civil.

...

Cuando la caravana notó las enormes y oscuras columnas de humo que salían de entre las montañas y los frondosos árboles, supieron que algo malo pasaba en las tierras que recientemente habían dejado atrás. Naruto, el chico cuyo cabello siempre hacía a Aiko recordar los campos de trigo, corrió a ver qué pasaba y al avisar a los comerciantes, aquel llamado Kikunojo saltó veloz hacia el peligro.

Su pelea con Ruiga- la mente maestra tras el golpe de estado- fue rápida. Su ninjutsu floral, a pesar de ser el más poderoso de todo el país, sucumbió ante el genjutsu de agua del traidor, quien lo mató sin piedad alguna. Naruto fue quien encontró su cuerpo, lleno de heridas y quemaduras, abandonado entre la hierba seca y chamuscada por la batalla de ambos. Sería una noticia difícil de comunicar a los mercaderes. Y aún más a los jóvenes ninja, pero Naruto no tenía cómo saber que aquel hombre muerto en batalla era el querido sensei de Aiko y los demás.

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Aquella simple misión de escolta había terminado por salvar a la Tierra de los Vegetales del caos y con la heredera al trono y la cooperación de la aldea de la Hoja, todo había terminado bien. Haruna honró los restos de su padre y su guardaespaldas, así como Jirinujo lloró para sus adentros por la pérdida de quien no solo era su familia sino también su mejor amigo. Cuando Naruto y los demás volvieron a Konoha, fueron donde Tsunade a rendir cuentas de todo lo que había pasado.

Al oír aquel nombre los ojos de Tsunade perdieron el brillo por unos segundos y todo se volvió caos cuando a las espaldas de los presentes oyeron el fuerte estruendo de una vasija de vidrio al estrellarse contra el suelo.

Aiko, que volvía de recolectar hieras con Sakura, había escuchado sobre aquella baja. Aunque un ninja debe estar preparado para todo tipo de malas noticias, no hay ninja lo suficientemente fuerte para ignorar el dolor de la partida de su sensei. Sus ojos marrones se nublaron de lágrimas y cayó de rodillas entre los restos de vidrio rotos, el agua y las flores que habían recogido ambas con tanto esmero.

- Por favor, dime que es un error- murmuró Aiko con la vista fija en el suelo, aunque se estaba dirigiendo a Naruto.

El joven rubio la miraba con una mezcla de preocupación y extrañeza mientras Sakura trataba de ayudarla a ponerse de pie y limpiarse las rodillas rasmilladas. Hinata y Chouji no sabían que hacer y Tsunade, de pie, los miraba también triste. Kikunojo había sido su amigo de juventud y estaba en conocimiento de que había sido el sensei de las tres jóvenes promesas.

- Dije que uno de los escoltas de Haruna falleció peleando con uno de los ninjas. Se llamaba Kikunojo.

Ninguno de los cuatro chunin habían escuchado nunca llorar a un compañero con tanto dolor y sintieron que sus corazones también se nublaban con el pesar de la pérdida. Tsunade les pidió a Chouji y Hinata mandar a llamar a Genki y Kazuo- si es que habían vuelto de sus misiones- y le pidió a Naruto que se fuera.