Equipo de cinco

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- Gaara usará hasta el último grano de arena a su alcance para defender la aldea- añadió Aiko, sin despegar la vista del cielo y sin hablarle a nadie en particula- Por favor, Baki sensei – pidió con seriedad- No dude de él.

En ese preciso instante, un enorme monstruo de arcilla se interpuso entre Deidara y Gaara, pero en lugar de atacar al Kazekage, comenzó a caer en picada hacia el centro de la aldea. Por mero impulso, todos los shinobi, Aiko incluida, desenfundaron sus armas, pero no había mucho que hacer. El monstruo liberó una gran cantidad de luz y detonó con gran fuerza, haciendo creer a todos que aquel era el fin de la aldea. Sin embargo, una enorme cúpula de arena impidió que aquello ocurriera.

- ¡Ja!- rio Aiko, ligeramente nerviosa- Debí haberlo apostado.

Kankuro le concedió una pequeña risa, justo cuando una nueva explosión detonó en la cara de Gaara. Aiko tuvo el impulso de saltar hacia arriba, pero Kankuro la aferró del brazo.

- Idiota, nuestros jutsus no son compatibles con el enemigo. Solo le estorbaríamos a Gaara.

Y una nueva explosión, esta vez dentro de la cúpula de arena, hizo que Kankuro sintiera el deseo de desobedecerse a sí mismo. La esfera comenzó a desintegrarse y con sus últimas fuerzas, Gaara quitó la cúpula de la aldea, o de lo contrario caería estrepitosamente sobre ella en cuanto perdiera el conocimiento. Y cuando lo hizo, Deidara se lo llevó lejos, envuelto en las bizarras plumas de su ave de arcilla.

Kankuro corrió tras ellos, furioso, y Aiko intentó hacer lo mismo, pero esta vez fue Baki quien la detuvo.

- ¡Kankuro! No hagas nada hasta que te alcancen los refuerzos- le gritó- Y tú- le dijo  a Aiko- Si te pasa algo, Gaara no nos perdonaría. Quédate a apoyar al equipo médico y no hagas nada precipitado.

Aiko aceptó agachando la cabeza, reprimiendo las lágrimas. Hace quince minutos había estado tan a gusto en la oficina de Gaara y ahora había sido secuestrado.


...



-  Esto es culpa tuya.

Aiko quedó congelada en su sitio. ¿Había escuchado bien? ¿Uno de los integrantes del Consejo la estaba culpando del secuestro de Gaara?

- De seguro tu fuiste la que filtró información sensible sobre nuestras medidas de seguridad- afirmó otro.

Aiko quiso responder, furiosa, que ella jamás sería capaz de hacer algo como eso, pero un ninja llegó con malas noticias sobre Kankuro y su acusación pasó a segundo plano. Inconsciente y mal herido, el hermano mayor de Gaara fue trasladado al hospital, donde notaron que había sido envenenado.

Tal como Baki le había pedido, Aiko se dirigió a ayudar al equipo médico, sin embargo, ninguno conocía el veneno y mucho menos el antídoto que Kankuro necesitaba. Los tres médicos y ella no tuvieron más opción que bajarle la fiebre al joven marionetista por medios básicos y estabilizarlo hasta que el refuerzo de Konoha llegara. Incapaz de ayudar a Gaara y a Kankuro, ya no se sentía como un elemento útil en Suna.

Los médicos la habían dejado monitorizando a Kankuro mientras buscaban información que pudiera salvarlo, y Baki había contactado con los Venerables Hermanos, quienes se presentaron ante el enfermo. Aiko nunca había oído hablar de ella en su tiempo en la Aldea, pero nada más verla a ella y a su hermano Ebizo, sintió por ambos un profundo respeto.

- Hacer sufrir así a alguien es típico de Sasori...- exclamó la abuela Chiyo, analizando el examen de sangre del pobre Kankuro, que no paraba de quejarse y llamar a su hermano en sueños.

La anciana probó más antídotos sin resultado alguno. Aunque Aiko quería aprender, la mujer se negaba a que la chica viera lo que estaba haciendo. Orgullosa miembro de la Arena, también se molestó al saber que habían solicitado ayuda de Konoha. Su molestia fue aún mayor cuando al par de horas después, vio a Kakashi aparecer entre el grupo de enviados. No dudó en atacarlo, presa de una enorme rabia que bullía en su interior hace años. Lo había confundido con su padre, El Colmillo Blanco.

Ante los gritos de Kankuro, Sakura pidió que todos salvo Aiko abandonaran la habitación. También permitió que Temari, recién llegada a la aldea, pudiera quedarse a acompañar a su hermano. Ninguno de los presentes la habían visto nunca tan vulnerable como se encontraba en aquel momento, sabiendo que sus dos hermanos corrían peligro.

- Mientras lo examino cuéntame todo lo que han intentado- exigió la pelirosa a su amiga. Y así hizo Aiko, quien se sintió reconfortada por la presencia de sus camaradas de la Hoja. Volvía a sentir que había esperanzas.

- Necesitaré algunas cosas para el antídoto- exclamó Sakura luego de un rápido examen- Aiko ¿Qué plantas medicinales tienen en la aldea?

Los médicos se miraron confundidos, ya que es una pregunta que debió ser dirigida a ellos. Sin embargo, Aiko recitó el total de plantas de manera impecable y sin error alguno. Sakura mencionó las que quería y la propia Aiko fue por ellas en un santiamén.

- No pensé encontrar tanta variedad aquí- reconoció Sakura, procesando las hojas de una flor azul de pequeños pétalos.

- Bueno, colaboré con algunas- sonrió Aiko con modestia, haciendo lo propio con unas raíces doradas.

- Con bastantes, la verdad- aceptó uno de los médicos- Su presencia nos ha sido de gran ayuda.

Aiko sonrió y continuó moliendo las raíces con esmero. Le alegraba saber que su colaboración era reconocida, justo cuando había empezado a dudar de su utilidad, sin embargo, más que nada en el mundo, lo que realmente quería era participar de forma activa en el rescate de Gaara, pero no dijo nada. Salvar a Kankuro era necesario para la felicidad de su amigo, y no iba a permitirse fallar con aquello.

Cuando el antídoto estuvo listo, Kankuro mejoró con rapidez y pudo contar con detalles lo que había sucedido. Y luego, se quedó dormido pensando en lo que Gaara le había dicho sobre Naruto y Aiko. Una lágrima solitaria recorrió su mejilla rasmillada al vera los dos extranjeros intercambiar miradas de preocupación por aquel amigo en común.


...


- Formen un equipo de persecución- ordenó Temari apenas le avisaron que habían encontrado la guarida de los Akatsuki donde tenían a Gaara prisionero- Yo iré con ellos.

- Yo también voy- avisó Aiko, apareciendo entre los biombos de la sala del hospital. Temari la miró de pies a cabeza, pero estaba tan ansiosa por rescatar a Gaara que no se molestó en contradecirla ni poner en duda sus habilidades. Junto a ellas también partiría Matsuri y tres ninjas más. Estaban a punto de marchar cuando Baki se los impidió debido a que, sin Kazekage, la aldea necesitaba mantenerse protegida. Aunque Temari quería ir, la abuela Chiyo llegó para partir en su lugar. Antes de que volvieran a interrumpir la partida, Aiko repitió.

- Yo también voy.

Baki bufó, exasperado: - ¿Por qué estás tan esmerada en participar? Solo eres una ninja de los vegetales y aquí no hay plantas que puedas usar para atacar o defenderte.

- Usted no sabe lo que puedo hacer o no, Baki sensei- Exclamó Aiko, verdaderamente molesta- Además, según la información entregada por los ninjas de Konoha,  la guarida si está rodeada por áreas verdes, por lo que podría usar cualquiera de mis jutsus sin problema alguno.

- Es mejor que venga- convino Sakura- Dos ninja médico es mejor que solo una.

- ¿Desde cuándo que...? – Temari sabía que aquello era una mentira, pero decidió dejarlo pasar. Independiente de la poca valoración que sentía por Aiko, al menos la conmovía lo mucho que se preocupaba por su hermano. Además, definitivamente sería más útil peleando en un bosque que en el desierto, así que se armó de valor para juntar toda la amabilidad que le fuera posible y la tomó por los hombros- Más te vale que tu entusiasmo sea suficiente para traer a mi hermano de vuelta.

- Tengo más que solo entusiasmo- contestó Aiko, acomodándose las trenzas tras la espalda. Como Baki no dijo nada y el resto de ninjas parecía convencido en que lo mejor era quedarse, Aiko miró a Kakashi que aceptó su participación con un asentimiento de cabeza y una sonrisa amable oculta tras su máscara. Sakura y Aiko se miraron y aquello le bastó a la verdadera ninja médico para saber que la chica le agradecía la mentira. Y sin nada más que agregar, el curioso grupo de cinco ninjas partió en la dirección previamente señalada.

...


Las cosas partieron sumamente complejas para el equipo, ya que nada más y nada menos que Itachi fue el primer Akatsuki que se presentó ante ellos. Aiko quedó sorprendida por el gran parecido que aquel ninja guardaba con su hermano Sasuke, y miró a Sakura de reojo, que seguramente estaba pensando lo mismo. Su presencia lúgubre y su aura oscura resaltaban curiosamente sobre la hierba verde y el cielo azul brillante. Aiko había decidido fijar toda su atención en la vegetación a su alrededor antes de que Kakashi les sugiriera evitar el contacto visual y les explicara los peligros del Mangekyou Sharingan.

Sin embargo, Naruto, que se había mantenido anormalmente callado durante el viaje, fue el primero en caer en el genjutsu. Aquel no iba a ser un enfrentamiento sencillo.


Holis, tengo prueba el miércoles y aún así decidí escribir en lugar de estudiar, pero ahora estoy arrepentida :((((((

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Holis, tengo prueba el miércoles y aún así decidí escribir en lugar de estudiar, pero ahora estoy arrepentida :((((((


El Oasis (Gaara x OC)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant