El rescate fallido

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El que hubiesen descubierto que el Kazekage era Orochimaru y que la Aldea de la Arena estuviera en paz con Konoha, no era suficiente para cantar victoria. Un par de semanas después, cuando los jóvenes ninjas de los Vegetales y la Arena comenzaban a habituarse a sus pupilos y viceversa, un grupo de ninjas de la Aldea del Sonido convencieron a Sasuke Uchiha, la joven promesa más deseada por Orochimaru, de unirse a ellos.

Aunque fue por su propia voluntad, traerlo de vuelta se consideró toda una misión de rescate que requirió de la participación de Naruto, Neji, Choji, Shikamaru y Kiba. Shino estaba en una misión y Rock Lee seguía lesionado, además, por alguna razón, no consideraron a ninguna kunoichi.

La batalla entre Los Cuatro del Sonido y los novatos de Konoha fue compleja. Neji, Kiba y Choji estaban heridos y Sasuke se alejaba cada vez más. Las cosas parecían empeorar cuando el Quinto del Sonido apareció: Kimimaro, cuya arma eran sus propios huesos.

Naruto por si solo no podía contra él, era excesivamente poderoso, a pesar de su enfermedadSin embargo, contrario a todo pronóstico, Rock Lee llegó a darle una mano. De esta forma Naruto puede continuar tras su amigo. Al confundir su medicina con sake, aumentó su agilidad y velocidad, pero de forma transitoria. Cuando estaban a punto de ser derrotados, los hermanos de la Arena hicieron su aparición. Gaara obligó a Lee a hacerse a un lado, aunque meses atrás había tenido sinceras intenciones de matarlo sin causa aparente. Sin duda que había cambiado.

Aunque la defensa de Gaara siempre había sido de las mejores de todos los ninjas, Kimimaro era superior en todo sentido, pero su enfermedad pudo más que cualquier ninjutsu y falleció en la pelea. Ambos ninjas aliados notaron que su victoria fue mera suerte y volvieron a la aldea como camaradas. Aquella experiencia fue la definitiva para que Gaara sumara un amigo más a su acotada lista, lo que fue sencillo, porque Lee era extremadamente amigable. Lo acompañó al hospital, donde luego llegaron los otros novatos y sus hermanos mayores.


....


Sakura estaba triste por la huida de Sasuke y se sentía culpable por las heridas de Naruto, pero reconocía que todo aquel proceso ocurriría tarde o temprano. La amistad de ambos era extraña, porque en realidad era una competencia constante más que compañerismo y afecto.

- ¿Te sigues sintiendo mal por lo de Sasuke? – preguntó Aiko a Sakura un día mientras recolectaban flores medicinales.

- Siento no haber sido capaz de detenerlo antes, pero su deseo de ser el más poderoso que su hermano es más fuerte que cualquier otra cosa- contestó la aprendiz de Tsunade- Lo extraño y me duele que los chicos lo llamen un traidor, aunque técnicamente lo es, para mi sigue siendo mi amigo y compañero de equipo.

- Lamento que tengas que pasar por esto- contestó Aiko- Si te sientes muy triste, puedo prepararte un té. También iba a hacerle uno a Gaara...

Sakura levantó una ceja y miró a la chica.

- ¿Gaara está triste? – preguntó.

- En realidad, es para que duerma mejor- contestó Aiko con sinceridad. Estaba tan ensimismada seleccionando las mejores hojas que no notó cómo la miraba Sakura. Pensaba enseñarles la receta a los chicos en la academia, en algún momento todos la vamos a necesitar...

Sakura no haba visto a Gaara interactuar con Aiko en ningún momento, y le sorprendió sobremanera que la kunoichi del país vecino hablara sobre darle algo con tanta naturalidad ¿Acaso ella también era amiga del estoico ninja de la Arena? Lo había visto pocas veces y su recuerdo más reciente, muy a su pesar, era de los exámenes chunin: Gaara exudando odio y Aiko entre las flores parecía una florecilla más.

Y al siguiente día ahí estaban ambos, Gaara y Aiko, sentados en una banca. Conversaban animadamente mientras el pelirrojo sostenía una bolsita de tela en sus manos. Ambos lucían cómodos con la compañía del otro y Sakura al verlos no pudo evitar sentir pena al recordar aquellos momentos con Sasuke y Naruto, aunque de todas formas estaba feliz por ambos ninjas, sobre todo por Gaara, quien necesitaba de buenos amigos a su lado.


....


- Estaba siendo demasiado sobreprotectora conmigo- estaba contando Aiko- Y en verdad yo estaba molesta.

- ¿Y qué le dijiste? – preguntó Gaara, jugueteando con la bolsita que contenía las hierbas para conciliar el sueño que Aiko había preparado.

- Que tuviera otro hijo- sonrió la chica, recordando el tenso momento que ahora le parecía divertido.

- ¿Y qué pasó después?

- Pues que tuvieron mellizos.

La risa de Gaara, muy poco común de oír, fue música a los oídos de Aiko. Le gustaba mucho hacerlo reír y su reto personal era conseguir una carcajada, aunque era más probable que aquel impulsivo chico rubio llegase a ser Hokage. 

El Oasis (Gaara x OC)Where stories live. Discover now