Hades Bach.
Érebo Bach.
Seth Bach.
Nix Bach.
Cuatro hermanos que ocultan secretos tan temibles como el mismísimo infierno.
¿Te atreves a conocerlos?
Créditos de la portada a: @Aughostn
Obra registrada en Safe Creative.
Código: 2103017057970
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NOTA IMPORTANTE:
Los secesos que se narrarán en el siguiente extra se sitúan en el viaje que realizó Hades junto a sus hermanos, o sea que todo lo que van a proceder a leer tiene lugar antes del final. Sin nada más que decir, disfruten la lectura.
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Narrado por Hades Bach:
No recuerdo cuando fue la última vez que viajé, no logro encontrar en la corteza de la parte frontal de mi cerebro, aunque sea un solo recuerdo que se haya almacenado sobre algún viaje que haya hecho antes de este. Y es que sí, antes de esto no había pasado por mi cabeza salir de viaje, ni siquiera se me apetecía salir de mi habitación o de ese espacio seguro al que llamo "cueva".
Por años me enjaulé en mí mismo, en mi compañía, en mi soledad y en la paz que me trasmitía ella, pero para ser franco también me traía tanta nostalgia y tristeza que era imposible no sentirme miserable al final del día.
"Saber mantener el equilibrio justo entre la soledad y la gente, esa es la clave, esa es la táctica, para no acabar en el manicomio".
Esa frase la leí en un libro de poesía hace unos años, fue escrita por unos de mis poetas favoritos. En ese momento no entendía cómo es que ese conjunto de palabras podía tener algún tipo de sentido, más sin embrago hoy comprendo que tenía toda la razón, porque tal vez si no hubiese permitido que gente cruzará esa barrera que había forjado en mi vida hoy no estuviese aquí, admirando el gran océano de belleza que me antesala.
Estoy de pie delante de un cuadro de uno de los tantos museos que hemos visitado, en la gran pintura se observa a una mujer vestida con una armadura en la parte superior de su cuerpo y de bajo de él cae lo que parece ser un vestido en color blanco y rojo, sus pies visten unas zapatillas con algunas tiras mientas que uno de sus pies se apoya en lo que parece ser una roca, su cuerpo también se recarga en una alta roca, su antebrazo izquierdo se mira doblado, haciendo que su mano toque su mejilla y la otra sujeta una espada, apoyando la punta en el suelo. El aspecto de la mujer es uno de valentía, su largo y rebelde cabello en una tonalidad cobre resbala hasta más debajo de su espalda, su mirada perdida en el horizonte con sus labios en una línea recta termina de darle esa esencia que acaba de envolver a cualquiera que lo mira. No me alcanzaría la vida para describir todos los detalles que lo envuelve. Es fascinante.
Mis oídos se percatan de un sonido, son unos pasos bien cuidados que terminan deteniéndose detrás de mí. Ese es el sonido que solo provoca el caminar de una única persona, Seth.
