|49|: Sentimientos

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Este capítulo va dedicado especialmente a: yayawtf gracias por apoyar esta historia

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Este capítulo va dedicado especialmente a: yayawtf gracias por apoyar esta historia.


Narrado por Kevin Harrison:

«¿Es una mierda que te comparen?»

Eso es lo que me pregunto por la tarde al mantener un espacio con mi soledad. En mi habitación, con una taza de café en mi mano mientras la alzo y dejo que el líquido caliente baje por mi garganta y deje mi lengua hormigueando. ¿Qué por qué pienso eso? Pues, porque casi todos los días de los últimos dos años he sido comparado con alguien ajeno a mí, ese alguien es Hades Bach.

Mi papá en cada conversación que intentamos mantener me pide que sea como Hades, que siga su ejemplo de chico discreto e introvertido, y que me asemeje un poco a la forma que tiene Hades de pensar. Parker, mi hermano mayor, por su parte también en varias oportunidades ha hecho comentarios donde alaba a Hades a la vez que indirectamente me sugiere ser más como él y aprender de la inteligencia que parece ser un don que se le fue entregado.

Durante los últimos años solo he escuchado como Hades es un ejemplo a seguir, pero, ¿qué pasa conmigo? ¿Qué está mal en mí?

Mierda, estoy tan cansado de eso que en varias ocasiones he salido de casa sin querer regresar, ya no quiero pasar palabras con mi padre ni encontrarme a Parker por algunos de los pasillos de la casa cuando viene de visita para que al final de nuestra conversaciones haga algún comentario despectivo sobre mí y uno elogioso sobre Hades.

Ha sido tanto la presión que llevo sobre mis hombros que he buscado ser amigo de Hades para así aprender un poco de su personalidad, sus cualidades y todas esas buenas virtudes de las que tanto he escuchado. Aunque no ha sido para nada la solución. Hades es una persona tan cerrada con su vida que estoy casi seguro que para él no soy ni siquiera un lejano conocido. Varias veces me ha tratado con indiferencia e incluso me ha hecho sentir humillado, es por esa razón que un ápice de ira hacia él ha ido acrecentando en mi interior.

Ahora tengo pegado mis codos en el descanso de los costados de la silla en la que estoy sentado mientras muevo mis dedos y espero por la llegada de Hades, con la otra mano muevo la taza de porcelana donde se mueve el líquido color marrón medianamente oscuro del café y el vapor que sale de él se desliza por encima de la taza para luego ir esfumándose poco a poco.

Por tercera vez levanto la taza hasta mis labios y le doy otro trago, saboreo como el líquido en una explosión de sabores entre: acido, dulce, saldo y amargo entra en mi boca y dejo que aterrice en mi estómago.

Esta tarde he llamado a Hades para que venga porque necesito pedirle algo que por algunas noches he meditado y que finalmente decidí pedirle ayuda.

El zumbido de algunos golpecitos en la puerta de mi habitación hacen que deje la taza en la mesa de mi ordenador, estiro las piernas y me coloco de pie. Me encamino hacia el objeto que ha sido golpeado y abro. Dulce, la ama de llaves de la casa, me saluda con sus ojos pequeños a penas asomo la cabeza por el umbral, una sonrisa excesivamente radiante para su cara asalta sus labios.

Perfecta Destrucción| Completa ✔️Where stories live. Discover now