El perdon no es facil de conseguir... [EDITADO]

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-Tu madre... -termine la frase en un susurro de espanto.

-Exacto. Decidido, busque la botella de whisky que a ella mas le gustaba, siempre tomaba una pequeña medida antes de dormir, decia que la relajaba. Habia sustraído las pastillas para dormir de mi hermana, y alli me encontraba, parado frente al alcohol y la accion que me convertiria en un monstruo. ¿Realmente era capaz de ello? ¿Sacrificar a un padre por otro? En ese momento, recurrieron a mi mente todos esos momentos felices que habiamos vivido en familia, todos esos momentos en los que ellos me dedicaban su amor y su preocupación. Mi hermana siempre se encontraba distante, parecia observarnos desde las sombras con rencor. Yo habia sido feliz mientras ella solo buscaba estropear los momentos. Y algo dentro de mi me dijo que tan solo buscaba hacerlo nuevamente. Sintiendo asco de mi mismo, abandone mi proposito y me dije que simplemente, si Dios queria llevarse a mi padre, que lo hiciera, pero que no lo lastime. Y que le de fuerzas a mi madre para soportarlo, pues yo no era capaz de ser un monstruo. Deje las pastillas al lado de la botella y me fui a dormir, como cualquier otro dia.

>>Esa mañana fui al colegio, pensando que seria otro rutinario dia de escuela. Pero a media mañana la directora irrumpió en mi clase pidiéndome, con ojos penosos, que la acompañe. Me saco para darme la noticia, mi padre habia muerto. A pesar de que sabia que pasaria, no pense que se me habia acabado el tiempo tan pronto. Sali corriendo con destino a mi hogar, queria ver a mi madre, queria llorar en sus brazos. Queria que me mintiera y me dijera que todo iba a estar bien, tan solo eso. Pero cuando llegue, me encontre con el peor escenario. Luego de avisar a la escuela, mi madre se habia encerrado, habia encontraado las pastillas que yo mismo habia dejado por la noche, y las tomo todas. Todas y cada una de las veinte pastillas que contenia el frasco. Y las acompaño con whisky. El mismo whisky que yo casi enveneno para salvar a mi padre. Ella estaba agonizante, retorciéndose en el piso levemente. No hubo nada que la salvara. Ella habia querido morir, y lo habia hecho. E indefectiblemente, por mis manos. Pues yo habia dejado a su alcance las herramientas para el fin de su pena.

Su voz era monótona, como si intentara controlarla de manera casi sobrehumana, para no quebrarse. Para poder continuar. No entendia porque me lo contaba, porque me hablaba de tan dolorosos recuerdos. Pero lo deje continuar. Yo respetaba el dolor, aun si este venia de la persona que mas me lo habia causado.

-Mis tios vinieron a verme y me dijeron lo mismo que pensaba. Que ella habia muerto por mi causa, porque no habia sido lo suficientemente rapido y no habia sido lo suficientemente valiente para salvar a mi padre. Pero que no me preocupara, ellos me ayudarian a redimirme. Que con mi accion, habia hecho un sacrificio enorme a los druidas y que con ello me aceptarian. Que lo llevaba en la sangre y era mi deber. Gracias al "sacrificio", estaba unido a ellos y ahora debia aprender. Pero yo nunca quise. Me mantuve al margen, solo haciendo lo minimo indispensable, a regañadientes, minimos favores. Me odiaba a mi mismo, y aun lo hago y creia que mi martirio, mi castigo era ese. Estar con esa gente y obedecerlos, puesto que al fin y al cabo, no era mas que un monstruo. Mi hermana no hacia mas que recordarmelo, dia a dia. Ella se habia convertido en fiel discípula de los druidas, habia hecho su iniciación a mi edad y ya se encontraba muy avanzada, incluso para tener tan poco tiempo de entrenamiento. Amaba a los druidas y su causa. Yo simplemente era un peon.

>>Fue entonces que aparecio Winter, hablando de la cupula y su locación. Yo habia escuchado hablar a lo largo de la estancia con mis tios, de las guardianas. Y de como la guardiana de agua guiaria a los druidas oscuros a una nueva era para la naturaleza, una era libre del abuso del hombre y de su daño profundo al mundo. Pero jamas la habia visto, incluso creia que era una simple leyenda. Realmente no me interesaba, pero cuando la vi... Senti poder. Senti que lo peor de mi afloraba, aquel ser extraño en el que me habia convertido, oscuro y siniestro, manchado con la muerte de sus progenitores. Manchado con la deshonra. Ella hacia que todo eso se potenciara y como si fuese una droga, la ansiaba. No me importaba ni su "don" ni su personalidad, solo su cuerpo me proporcionaba un momentaneo placer que lograba que me escapara de la realidad. Pero como toda droga, tan solo dura poco y luego te sientes fatal. Y te destruyes. Asi me convencieron para formar parte del plan en el que debia meterme en el circulo intimo de la guardiana de fuego, quien no sabia de su poder, y guiarla a la cupula. Acepte solo con la condicion de que luego me dejaran en paz, de que luego no debia estar atado a ellos. Que me liberarian. A mi poco me importaba la vida de una desconocida, luego de perder todo lo que tenia, ya nada mas importaba para mi. Asi que... ¿por que molestarme por la muerte de alguien insignificante? Era un monstruo, nada me conmovia.

Cronicas Elementales: El altar del druida (PARTE 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora