debí ser yo...

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Todo había ocurrido muy rápido y derrepente.

Estaban en medio de una reunión en la que denuevo había faltado Batman por motivos desconocidos y nisiquiera parecía haber leído el mensaje para la reunión.

Todos estaban alarmados pero el más aterrado era Superman dado a que sabía que su compañera no era así y algo muy malo debió ocurrir para que su comportamiento fuera ese.

La reunión había terminado y a una velocidad moderada fue al hogar de su amiga que varias beses había visitado siendo recibido por la hija mayor de la mujer desaparecida que se veía en un estado inquieto y triste.

- Clark... ¿Que haces aquí?- preguntó asustada y sorprendida al hombre que flotaba en el balcón.

-Brais no ha aparecido en la liga y me estaba preocupando... ¿Me dejarías verle?- dijo al notar su latido doloroso por algo.

- no lo sé... No creo que ella..- fue interrumpida por un inglés a sus espaldas.

-la ama Brais puede verlo por mi parte... Ella necesita a un amigo a su lado en estos momentos tan dolorosos y delicados- dijo dándole pase al hogar.

Se sentía pesado y triste sin mencionar que también podía notar que solo habían tres latidos en el, siendo el de Brais lento y cansado, el de Rachel pesado y el de Alfred nada alentador.
Faltaba el de Dalia... Tal vez ella había escapado y por eso el estado de la familia Wayne estaba tan desgastado.

Camino en silencio hasta quedar frente a la habitación de la hija de su mejor amiga donde el mayordomo iso una reverencia antes de hablar para irse.

- la ama Brais está muy deprimida señor Clark... Nadie a podido sacarle de la habitación de su hija desde... Desde el entierro... Porfavor ayúdenos no podemos simplemente dejarla hundirse, la ama Rachel la ama Jasmine y la ama timmyn también la necesitan a su lado después de... la muerte... de Dalia... Porfavor ayúdenos- dijo casi en súplica dándole las llaves para entrar a la habitación sin decir nada más.

Su mente estaba en el peor caos que podía imaginar, la muerte no era algo que le gustará tratar y más siendo de una niña en respecto, y más al ser la hija de su mejor amiga.

No tenía idea de que se encontraría con ello al llegar a esa mansión pero no tenía de otra que entrar y ayudar con todo el duelo de esa madre...
El no imaginaba el dolor que sentiría si perdiera a su Jonathan.

Con miedo tomo la llave y abrió el picaporte para entrar a la habitación, todo estaba a oscuras y podía escuchar perfectamente el sonido de la respiración de alguien entre las mantas de la cama en el centro de la habitación.

Con cuidado se sentó al lado del bulto lleno de entre las mantas con la intención de hablar consiguiendo palabras amargas de la mujer.

- largo Clark... No te nesesito aquí- dijo firme ocultándose aún más entre las mantas.

-Brais yo lo siento mucho... Tenía que estar contigo en esto... No debí dejarte sola, tu estuviste a mi lado todo el tiempo cuando creí que Conner había muerto... Lo siento tanto... Pero debes salir de aquí...- no pudo seguir al escuchar como la mujer gruñó ante sus palabras.

-no me digas que hacer Clark... Solo vete no te nesesito... Nunca lo he echo- dijo aún molesta dentro del mullido.

- Brais...- trato de tocar las mantas.

-¡largo!- fue recibido por un golpe al intentarlo.

-¡NO! ¡NECESITAS SALIR DE AQUÍ... ELLAS TE NECESITAN, BRAIS NOSOTROS TE NECESITAMOS!- dijo jalando las tapas en un intento de sacarle de allí.

-¡ELLA ME NECESITABA!- lloro apenas la manta se alejó de su cuerpo dejando una vista cruel a los ojos kriptonianos.

Su cabello largo enredado, sus ojos llenos de lágrimas su cuerpo con tantas cicatrices que no imaginaba posibles de ignorar, lágrimas amargas dejando una rojez alrededor de sus ojos junto al temblór en su cuerpo.
Las ojeras claras y el dolor en su garganta después de gritar con esa fuerza y volumen.

- debí ser yo la que muriera... No Dalia, fue mi culpa, ella me nesesitaba y no pude protegerla... Ella no volverá y es mi culpa- dijo llorando mientras se escondía devuelta entre las mantas abrazando una carta de papel y el traje de Robin destrozado de su niña.

-Brais... Se que duele, nunca podría imaginar lo que estás pasando, y se que nunca podré ayudarte a sanar esa herida por completo... Solo tu y tus hijas podrán ayudar con ese dolor, superarlo o por lo menos ayudar con algo- dijo algo decaído tratando de ayudar.

- ella me necesita.....- susurró.

- ella no está pero se que no le gustaría verte así... Porfavor Brais vuelve- dijo dandole un abrazo desde su espalda.

-volver...- dijo casi como si fuera una revelación.

-siempre me tendrás a tu lado y lo sabes... Porfavor, sabes que te ayudaré en todo- acarició su cabello con tranquilidad hasta que se levantó de golpe.

-Clark... ¿Seguro que me ayudarás en lo que te pida?- dijo mirándolo a los ojos con una mirada que sabía no era buena señal.
Pero no la dejaría sola, menos si la amaba.

- caminaría por el infierno a tu lado...- dijo decidido, ¿que podría ser lo más loco que pudiera hacer?

- iremos a Doomsday... Y traeremos a mi hija devuelta- dijo firme saliendo de la habitación con una determinación tan grande que sorprendió a la muchacha que esperaba afuera junto al mayordomo.

- mamá...- trato de decir sintiendo la mirada de oportunidad en ella.

- seremos una familia completa denuevo...- abrazo a su hija sabiendo que ella también estaba sufriendo y la necesitaba.

La menor solo atino a llorar ligeramente mientras su madre acariciaba sus cabellos lagrimiando junto a ella.

- se lo agradezco mucho... De verdad eres un ángel - dijo el mayor de edad acariciando el hombro del super hombre que respondió con una sonrisa tímida y algo de nervios.

Brais estaba demente si pensaba ir a pelear contra Darkside y más en su propia casa.

Pero sabiendo el dolor que ella estaba pasando cumpliría su promesa.

-nesesitare el hellbat...y toda tu fuerza Clark, esto será una pelea casi suicida- volvió a advertirle, no quería que si todo fallaba su hijo perdiera a un padre.

- cumpliré mi promesa... Estaré peleando a tu lado siempre y cuando vuelvas con vida- dijo para ir con ella en el camino que sería el traer devuelta a su querida hija menor.

Somos Las Wayne.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora