una muerte en la familia.

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Los golpes resonaban en la bodega enmedio de la nada junto a varias risas incontrolables y quejidos bajos de dolor.

- pero quien lo diría... El grandullón tiene una amiguita... Ya se porque te tiene tan malcriada a diferencia del otro chico mantequilla jajajajajaja- río divertido agarrando posesivamente su cabello corto para verle a la cara.

-no sabes...- susurró cansada y adolorida por los golpes en su cuerpo semi desnudo por el maniaco en forma de hacerle pasar más humillación.

- ho parece que estás susurrando... Debes tener colapsado un pulmón cariño eso siempre impide la oratoria- río al ver como le dirigía la mirada con odio.

Recibió un escupitajo como respuesta a lo que le contó haciendo que se enojara y azotara su rostro contra el piso entes de levantarse y limpiar su rostro con un pañuelo.

- eso fue descortés el anterior chico tenía modales...- sonrió sádico empezando a golpearle denuevo con una palanca ya teñida de rojo por tantos golpes en su cuerpo de una adolescente con un traje desgarrado rojo.

-que duele más quería...
A- dio un golpe fuerte en su abdomen.
-O B- dio otro más fuerte a la altura del pecho.

Los golpes ni se detuvieron en ningún momento con muchas insinuaciones asia su  inmaduro cuerpo que no parecía el de una muchacha.

A lo lejos una motocicleta se acercaba rápidamente al lugar de tal acto doloroso.
Sin su máscara su largo cabello negro sentía la el frío congelando las lágrimas del pánico que anidaban en su rostro sin importarle el hecho de que ras Al ghul supiera su identidad secreta.
En su cabeza solo pasaba la idea de encontrar a su hija viva y sana pero para ello debía darse prisa para encontrarla y salvarla.

- bueno parece que se nos a acabado el tiempo cariño... Pero aún podemos hacer algo si quieres- dijo perverso quitando el resto de su traje.
- pero parece que no estás conciente... Que lástima será en otro momento dulzura- dijo caminado hacia fuera del establecimiento.

- no olvides anotar tus medidas para la próxima e ir a la cama temprano... Y saluda a tu amiga por mi- sonrió al saber que Batman enrealidad podría ser una mujer eso le emocionaba aún más para que llegara.

La puerta se cerró tras una risa lunática del cabello verde.

Minutos pasaron sin ningún ruido hasta que abrió sus ojos, odiaba mostrarse sumisa y doblegada pero en su situación no había otra manera. Trato de liberarse siendo inútil por lo cual quedaba salir de ahí, con dificultad se levantó cayendo al instante de tratar de dar un paso, gruñó de dolor arrastrándose en el piso asía la puerta para ir devuelta con su verdadera madre.

Su cuerpo desnudo y frío llegó a la puerta cerrada tratando de abrirla desesperadamente sin conseguirlo cayendo al suelo temblando y jadeando por el dolor hasta dirigir su mirada donde había un molestó sonido en sus oídos.

Una cuenta regresiva en rojo sobre varios explosivos le dejo en claro que no escaparía de hay con vida.

La motocicleta salió volando mientras una figura caía sobre la nieve tan cerca del almacén que podía escuchar un sonido atemorizante luego de un corto silencio seguido de un gran estruendo lleno de fuego.

Perdió la conciencia unos segundos viendo como el fuego de su alrededor caía junto varios escombros del lugar destrozado.

No podía oír nada por el golpe en sus tímpanos y todo paso por cámara lenta en sus ojos al levantarse aterrada quitando de su camino los escombros prendidos en llamas para buscar a su pequeña.

Cuando... Le encontró.
Su cuerpo desnudo lastimado y con indicios de golpes y rasguños del joker... Pero sobretodo sin respiración,sin latido,sin vida

- Jasmine...- sollozo al tener su cuerpo en sus fríos brazos.

Lagrimas de dolor tenían dos mujeres en la mansión Wayne sin dejar temblar y culparse a si misma por lo ocurrido al punto de quebrar su sólida relación de madre he hija al tener que ir a bajar el ataúd de su pequeño hija y hermana.

La actitud en la atalaya del murciélago era horrible sumamente molestos y iracundo además de no dejar a nadie meterse en sus asuntos personales, nadie sabía lo que le ocurría excepto una persona de traje azul con rojo dado al latido de su corazón.

Miraba a su compañero el cual no había dejado de trabajar por más de 12 horas frente el ordenador de la liga.
Estaba preocupado por lo cual decidió sacarle la verdad y preguntar por su desaparecido compañero de rojo.

La conversación era lenta y poco comunicativa hasta llegar al tema de Robin.

- no vuelvas a mensionarle- dijo frío como si le quemará al escucharlo.

- b vamos... Puedes confiar en mí...
¿Que ocurrió volvieron a pelear o está desaparecido denuevo?- preguntó con delicadeza en sus palabras.

- ojalá solo fuera eso...- dijo siguiendo su trabajo.

- sabes el hacer como si no existiera es peor para el... Es como tu hijo ¿no?- dijo inocentemente sin saber que eso había roto la barrera de sus emociones y sentimientos.
El silencio fue incomodo por lo dicho por parte del kriptoniano arrepintiendose de sus palabras al pensar que había enojado al murciélago.

Estaba por corregirse pero fue interrumpido por el de negro sin mirarle.

-ya no existe... Ya no- dijo casi en un hilo de voz desesperado.
-y nunca volverá a mi lado o al de nuestra familia-

El mayor pensó un segundo los que le había dicho y confirmo sus peores teorías al ver como de la máscara negra cayó una gota manchada de color negro.

- no... No dirás qué - no pudo terminar al ver como el murciélago se encogió en si mismo empezando a llorar del dolor.

- ya no está...me lo quito...quise asesinarlo pero... No puede... Clark... Mato a Robin.
MATO A MI HIJA- lloro libremente sin quitarse su máscara.

La expresión de horror se apoderó del hombre de acero que sin pensarlo dos veces abrazo a su amigo que temblaba al perder un pedazo grande de su corazón.
Lágrimas dolorosas bajaban de sus ojos hasta tocar el piso bajo la atenta mirada de sus camaradas que llegaban encontrando la escena tan peculiar.

Estaban por decir algo cuando vieron como el último descendiente de kripton lloro amargamente recordando al pupilo de su mejor amigo.

La explicación del de rojo y azul fue dada al poco tiempo después de la partida del murciélago a su hogar donde lloro sacando su dolor en la habitación de su pequeño que nunca más podría ser usada por nadie más quedando prohibida su entrada.

-lo siento... Lo siento tanto.... Mi niña...
Yo... Yo si quería ser tu madre- lloro aún más recordando el como todo sucedió por sus malas elecciones y el deseo de la pequeña en encontrar quien le dio la vida.
-ojala hubiera sido una buena madre-

Tras la puerta el mayordomo de la familia escuchaba a su hija propia quebrada en llanto por todo.
Si tan solo pudieran haber hecho algo...

Somos Las Wayne.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang