Timmyn Drake

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Era de noche y llegaba a la cueva sin esperar nada de lo que estaba por pasar.

Por tercera vez una persona de diminuto tamaño estaba en la cueva pero a diferencia de las anteriores tenía un porte elegante y dominante casi aterrador.

Era impresionante su forma de hablar y como actuaba con completa naturalidad ante el sin mostrar miedo, era una niña delgada y pálida de cabello negro largo y ojos azules oscuros como la misma noche, le recordaba amargamente a su última protegida cuando llegó al anaquel donde estaba su traje marcando su mayor fracaso.

- necesitas una nueva Robin... Estás perdiendo el control y la ciudad te necesita estable emocionalmente...Brais wayne - dio una sonrisa al decirlo y verle tensarse al decir su nombre.

- no nesesito ayuda... Vuelve a casa- dijo con voz firme femenina ya que se había roto su filtrador de sonido antes de llegar a la cueva y estaba hay para repararla.
Esa era la razón por lo cual no había hablado desde que vio a la pequeña.

-si la necesitas... Desde la muerte de la anterior Robin los índices de violencia en ti han aumentado- dijo firme y decidida.
- fue una pérdida dolorosa para ti lo de Jasmine-

Quedó en silencio un minuto tras esa verdad sin decir, nadie sabía de la muerte de Jasmine y pasaron su desaparición como un viaje sin regreso cercano a un reformatorio para señoritas.

-Sinto mencionarlo pero debes entrar en razón... Ciudad gótica te necesita- dijo apenada por sus lamentos.

-fuera de aquí niña, tienes que irte ahora mismo- dijo cortante saliendo devuelta a su vehículo dispuesta a alejarse a toda velocidad a quitar su dolor y frustración con un poco de acción.

Días pasaron y en un intento de fuga del joker fue atrapada por lo cual ya asumía su muerte asegurada.
Pero para su sorpresa vio a un niño de cabello corto negro romper una de las ventanas de donde estaba de manera elegante antes de lanzar una bomba de humo que aprovecho para distraer a los criminales y con unos lentes especiales eliminar las ataduras de sus manos y piernas.

En segundos el humo se esparció dejándole pelear libremente con todos los criminales junto a su desconocido compañero terminado el trabajo con ellos amarrados y amordazados.

- misión cumplida alf- dijo através de un comunicador el pequeño a su lado en un tejado.

-¿quién eres?- preguntó al ver el traje similar a sus demás compañeros ligeramente diferente.

- te dije que me nesesitabas - sonrió quitando su máscara para tener una buena presentación.
- mi nombre es timmyn janis Drake... Pero puedo ser tu Robin - dio una carcajada antes de usar un gancho para saltar a otro edificio.

El como entro en su corazón fue curioso se iso un lugar con esfuerzo y dedicación siendo un apoyo cuando sentía que recaería por el dolor.

La relación era estable pero aún no se sentía tan ligada a la personita que le seguía sus pasos detrás suyo, al contrario su relación con su primera protegida era de hermanas de toda la vida ayudándose en todo momento en todo lo que era relacionado a ser un héroe.
Consejos de una Robin a otra.

Pero algo que la hizo acercarse mucho a la pequeña fue la transición de niña a adolescente dado a que la menor había perdido a su madre y no sabía a quien pedir ayuda.

Todo ocurrió en uno de sus patrullajes nocturnos al tener 13 años cuando la menor se quejó en silencio muchas veces de un dolor abdominal agudo hasta que en un momento en una azotea un calambre le hizo caer al suelo sintiendo sus piernas dormidas.

-ROBIN!... ¿te encuentras bien?- preguntó alarmada al ver que no se levantó.

- si solo un calambre... Estoy bien - dijo al levantarse dándose cuenta de que sentía humedad en su traje.

-he... Rob... Diablos- dijo al ver dónde la niña había caído una mancha pequeña de color rojo.

- no recuerdo a verme cortado...- dijo revisando su cuerpo.

-timy... A ti ¿ya te a llegado ti periodo?- preguntó delicadamente al verle algo confundida.

-he... No...Está es la primera vez que me pasa... Que momento- dijo incómoda y avergonzada.

- terminamos la patrulla por hoy- dijo suave tomándola para llevarla devuelva a la mansión.

Era rara la actitud de la mayor, la había llevado a su habitación en específico y le pidió la mayordomo que trajera a su primera hija por la situación.

-¿ocurrió algo?- pregunto preocupada por la acción de su madre adoptiva.

- te tengo una misión... ¿Tienes las tallas de ropa de timy?- preguntó al ver como se tensaba.

- si pero dime qué ocurrió ¿esta grave?- siguió preocupada la muchacha joven.

-acaba de tener su primera menstruación en medio del patrullaje... Y su ropa no está de la mejor manera de usarla- dijo tranquila.

- ho rayos recuerdo cuando a mí me pasó... Fue una catástrofe- dijo algo divertida de ello.

- se está bañando por lo cual te iba a pedir que te dieras prisa para ello- dijo calmada aún recordando que en su momento también estuvo en ese momento delicado en una situación similar en uno de sus entrenamientos en el imalaya.

-bien... Cuídala por mi enseguida regreso-  dijo antes de partir por su moto.

-¿estás bien timmyn?- preguntó con delicadeza al verla salir después de un tiempo de la ballera en una bata de dormir grande.

- si... Aún me duele el abdomen pero ya estoy mejor... ¿Y Dickie? - preguntó al verle sentada en la cama.

- aquí estoy - dijo abriendo la puerta de la habitación con unas bolsas en sus manos.

- bien... Es momento- suspiro tranquila.

- no hay nada que explicarme... Ya se todo sobre esto, no tiene que explicarme jajaja - dijo divertida.

-solo si tienes dudas no dudes en buscarme a mi o a Rachel...- sonrió abrazando a la pequeña que se tenso.

-no dudes en hacerlo, las chicas debemos apoyarnos... Bien te traje ropa de dormir cómoda y no sabía que preferirías usar para bueno... Ya sabes, además te traje unas pantaletas hermosas de fresas- sonrió divertida sacando las cosas de la bolsa.

-¡Rachel!- dijo sonrojada tapando su rostro.

- que somos hermanas... Yo he visto a mamá desnuda en muchas ocasiones y viseversa- dijo tranquila.
- además quién crees que te viste cuando te quedas dormida en las misiones por estar de terca sin descansar-

- haggggg- golpeó su rostro contra la cama avergonzada.

- Rachel... Déjala descansar, puedes ir a cambiarte, le pediré a Alfred que te prepare algo de beber cálido- sonrió acariciando su cabello un poco más largo.

- ya tomé eso en cuenta ama y le traje de tomar algo para sus calambres abdominales... Es la misma receta que tomaba usted cuando le ocurrió la mismo después de su regreso del Himalaya- sonrió dándole paso a una bandeja con tres tazas y un plato con un gran pastel de chocolate.

-¿ese es? - preguntó ansiosa la muchacha rumana al ver el postre.

- su favorito cuando usted paso por sus calambres menstruales- dijo dulce.

La noche fue relajada y las tres comieron juntas siendo acompañadas por el que consideraban su abuelo y padre.

Somos Las Wayne.Where stories live. Discover now