Rachel.

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Un auto esperaba a una niña que se despedía tristemente de varios de los trabajadores del circo que consideraba su familia.

Dentro de este una mujer con porte elegante de vestido negro esperaba a la menor para ir al funeral de los difuntos padres de la pequeña para después ir a su nuevo hogar permanente.

Veía como la pequeña personita a su lado lloraba más y más cuando los ataúdes bajaron y fueron cubiertos por la tierra del panteón, quiso hacer algo y posó su mano en su hombro en un intento de apoyo.

- no es justo... Los extraño- dijo dolida la niña sin dejar de ver como sus padres ya no estaban con ella.
Eso rompió su corazón trayendo consigo memorias de cuando fue el primer funeral al que fue, el de sus padres, ella no estaba sola pero esa pequeña alma si lo estaba en una ciudad que no conocía rodeada de gente que tampoco conocía y posiblemente buscada por un gamster de cuarta.

Días habían pasado y en una cueva se encontraba una figura aparentemente masculina y delgada revisar si tenía heridas luego de su patrullaje.

- Tony zuko ahora tiene toda mi atención- dijo firme quitando su máscara cansada por no dormir bien desde que la pequeña Grayson estaba en su hogar.

- en efecto señor pero... A la joven Rachel le gustaría tener solo un poco de esa atención- dijo frustrado por la poca convivencia entre la niña y la que era su tutora legal.

- solo lo hago por ella- dijo quitando sus botas.

-tiene una amiga muy ocupada por la búsqueda de Tony.... pero su amiga nunca está cuando la necesita - dijo como la razón a su ama.

La conversación llegó a algo ya que en poco tiempo al día siguiente entrada la noche fue a hablar con la niña.

- Rachel... ¿Esta despierta?- preguntó abriendo la puerta de su habitación.

- hola- dijo casi en un susurro en la ventana de su habitación.

- hola Rachel... Siento no haber estado aquí abeses olvidó lo solitaria que puede ser la mansión- dijo acercándose tomando asiento a su lado.

- está bien...- dijo abrazando sus piernas.

- mañana tendré un tiempo libre...
¿Te gustaría salir a hacer algunas compras o algo similar?- preguntó dulce.

- no, está bien...- dijo ocultando su rostro en sus piernas.

- siento mucho lo que ocurrió querida- trato de ser comprensiva con las emociones de la pequeña.

- si solo hubiera hablado... Vi a ese hombre salir de la tienda yo conocía a ese hombre- dijo con la voz algo quebrada.

- ho lo se lo entiendo... Pero no hay nada que ninguna de las dos pudiéramos hacer... Aún lo pienso de vez en cuando pero nada cambiará eso - dijo mirando el cuadro de sus padres en la pared.

-¿esos son tus padres?... - preguntó recibiendo una afirmación con la cabeza.
-¿este dolor pasará algún día?-

- me temo que no lo sé... pero te ayudaré a superarlo- dijo acariciando sus cabellos negros entre sus dedos.

Los días habían pasado y su relación era mucho más estable con el tiempo pero la pequeña Grayson siempre trataba de escapar para ayudar a encontrar por mano propia al asesino de sus padres.
Ya era la cuarta vez en la semana y la segunda del mismo día por lo cual cierto murciélago conducía con una niña de copiloto camino a un destino desconocido para la menor.

- WOW ¿esta es tu casa?- preguntó curiosa la menor al ver la enorme cantidad de cosas extrañas en el lugar.

- es mi lugar de trabajo eres la primera... No la segunda persona en conocerlo- dijo viendo cómo corría de un lado a otro.

-espere... ¿Por que me trajo aquí?- preguntó dudosa y algo asustada.

- por que quiero saber qué tan dispuesta estás a encontrar a Tonny Zuko- dijo firme acorralando con esa frase a la niña.

-¿q..quien eres tu?- preguntó asustada.

La persona corpulenta dejó caer su máscara y con ella un jadeo de sorpresa salió de los pequeños labios de la menor.

- parece que la señorita Rachel se quedará con nosotros un tiempo indefinido- dijo el mayordomo al lado de su ama y la menor.

Una sonrisa se posó en los labios tranquilos de la pequeña al ver que nunca estaba sola y podría encontrar al culpable de la muerte de sus padres.

Por los tejados corría un niño de unos 11 años junto a un hombre delgado de negro.
Las risas juguetonas sonaban estremeciendo a los malianates de la ciudad que no supieron que les golpeó hasta escuchar a su peor pesadilla Batman hablar.

- buen trabajo Robin- dijo serio mientras el niño de mini shorts verdes sonreía gustoso por el cumplido de su mentor.

- un placer Batman- dijo haciendo pose de soldado antes de huir al ver como las patrullas se acercaban a toda velocidad para atrapar a los criminales amarrados por las cuerdas de Robin.
Al bajar los policías solo escucharon una ligera risa antes de ver a todos los poco suertudos sujetos amarrados y a lo lejos la figura de un niño de traje colorido correr junto a un enorme murciélago negro.

- hooooo- bostezo una joven con uniforme escolar lista para ir a la escuela en pleno desayuno.

-¿se encuentra bien ama dickie?- preguntó el inglés.

- si, solo tengo un poco de sueño... El patrullaje anoche fue muy emocionante- sonrió divertida al ver a su mentora dar otro sorbo a su café negro.

- es malo que te develes Dickie -trato de no sonreír al ver su puchero.

- no puedo dejarte sola contra los chicos malos somos un equipo- sonrió devuelta al recibir una de su tutora.

- bien... Pero deberás descansar hoy cuando llegues - dijo volviendo al semblante serio.

- bien... Oye B...¿yo quería saber si tú? ¿bueno si quieres?- preguntó algo nerviosa.

- adelante Dickie - sonrió dejando su café de lado.

- mañana es el día de las madres y como sabes hay un pequeño festival por ello... ¿Quería saber si tú quieres ir conmigo?- dijo avergonzada por algo tan tonto.

El corazón de la de cabello largo dio un salto fuerte al escuchar la pregunta, se sintió cálido y a gusto lo cual la iso sonreír mucho más.

- claro cariño - dijo divertida al ver como salió emocionada de su asiento para darle un abrazo cálido.

Somos Las Wayne.Where stories live. Discover now